12 diciembre, 2024

Fue Construido en 1878, con materiales íntegramente italianos. Este edificio, es el teatro lírico más antiguo de Buenos Aires y  fue creado por la Societá Italia Unita. En 1910, su escenario fue marco de L´Operetti, una agrupación de cantantes de ópera. Más tarde se convirtió en Palacio Tanguero donde se desarrollaban afanadas Milongas a la que asistían personajes famosos del Tango y la Política. Durante varios años llegó a convertirse en uno de los centros más importantes de la vida social de la ciudad, por donde pasaron grandes cantantes y orquestas de nuestra música e incontables personalidades de la época que gustaban de disfrutar de las inolvidables veladas que en su ambiente se generaba, donde reinaba el espíritu tanguero por doquier.Un grupo de jóvenes emprendedores argentinos, toma orgullosamente la responsabilidad de restaurar minuciosamente el Palazzo y poder difundir la cultura ciudadana en los tiempos actuales. Así nace Sabor a Tango, 2500 metros de superficie dedicada completamente al Tango.El mismo está situado en el edificio original pero manteniendo intacta la magia de aquellas épocas, con decoración tradicional, maravillosas pinturas, palcos especiales y escenarios con pistas de baile de dimensiones profesionales.En el gran salón comedor, de cálido y relajado ambiente, con capacidad para atender hasta 500 personas, se ofrece mejor cocina Argentina e internacional con una vastísima variedad de platos diseñados para satisfacer los más exigentes paladares, en manos de un servicio de mozos altamente profesionales, que hablan diferentes idiomas para atender al público que los visita, proveniente de todas partes del mundo. Sabor a Tango ha realizado 4.500 shows, cada uno de ellos único e irrepetible. El espectáculo de una hora y media de duración, ofrece una equilibrada combinación de baile, canto, folklore y comedia musical. En el mismo participan cantantes, cuatro parejas de baile de primer nivel que son acompañados del sexteto del lugar. Los bailarines se lucen con ajustadas coreografías que van del tango de escenario hasta algunos pases de music hall y danza moderna. El folklore del interior del país también se hace presente a través de varios sets que van desde un hábil hombre orquesta hasta un trío de bombos y boleadoras, donde los bailarines se lucen no solo por su habilidad para el zapateo sino también por las destrezas que ejecutan con las boleadoras al son de música criolla y del altiplano.

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