27 julio, 2024

Procedimiento de trabajo.

En los casos en los que un operario deba acceder a un recinto confinado para la realización de su trabajo, deberá disponer previamente de un procedimiento de trabajo que conozca y comprenda.

En este documento se regularán las actuaciones a seguir por el personal durante la ejecución de trabajos en el interior de los recintos confinados, para evitar o controlar adecuadamente todos los posibles riesgos existentes en él.

El documento deberá ser lo más claro y gráfico posible, esquemático y adecuado a las particularidades de la empresa.

El documento en cuestión deberá contener:

  • Riesgos presentes en los recintos confinados.
  • Trabajos a realizar.
  • Medidas de prevención y protección.
  • Medios de acceso al recinto (escaleras, plataformas)
  • Equipos de protección individual a emplear (arnés, sistemas anticaídas, equipos de protección respiratoria).
  • Equipos de trabajo a utilizar (material eléctrico y sistema de iluminación).
  • Vigilancia y control de la operación desde el exterior.
  • Establecer claramente en qué casos se realizará el rescate de accidentados por el personal de vigilancia y en cuales se recurrirá al auxilio de equipos
  • Planificación de las medidas de emergencia en caso de accidente.

Autorización – permiso de trabajo.

Constituye el elemento básico para realizar un verdadero control de la entrada a un recinto confinado, cuando ha de desempeñar un trabajo concreto en él.

La función es sobre todo, garantizar que quienes demandan el trabajo y quienes lo realizan, se hayan coordinado adecuadamente, de manera que los operarios sean conscientes de todos los peligros a los que pueden estar expuestos y se hayan adoptado las medidas para que se pueda intervenir en el recinto de manera segura.

El documento en cuestión deberá poseer:

  • Fecha, periodo y turno de validez del mismo.
  • Localización.
  • Descripción del trabajo a realizar.
  • Determinación de los riesgos existentes.
  • Comprobación de que la instalación o equipo está en condiciones para poder realizar el trabajo.
  • El cuestionario de chequeo que recoge los aspectos de seguridad.
  • Equipos de protección colectiva e individual a emplear.
  • Las mediciones previas y las realizadas durante la ejecución del trabajo y su frecuencia.
  • Teléfono de contacto para emergencias.
  • Personas que autorizan y a las que se autoriza a realizar el trabajo.
  • La duración de la Autorización de Trabajo.

Formación de los operarios.

Desde el momento que se realiza una autorización de trabajo, la identidad de los trabajadores que han de entrar en el recinto confinado es conocida por lo que habrá que asegurarse de que cumplen las condiciones físicas, mentales y de formación, mínimas para realizar dicha operación.

Los operarios que realicen entradas en recintos confinados no deberán ser claustrofóbicos, ni temerarios, deberán poseer unas buenas condiciones físicas y mentales y serán, preferiblemente, menores de 50 años.

Los trabajadores deberán ser formados en las labores que van a realizar, de manera que sus conocimientos con respecto a los mismos sean suficientes como para poder evitar cualquier posible accidente relacionado con la entrada en estos lugares. La formación deberá constar de una parte teórica y de otra práctica realizada en escenarios reales o en instalaciones simuladas que recojan las condiciones reales de un recinto confinado.

Preparación de la zona de trabajo.

Una correcta preparación de la zona de trabajo, es la única manera de asegurar que el operario realizará su entrada en las condiciones de seguridad adecuadas a los peligros presentes en el recinto.

Señalización.

La señalización es una de las herramientas básicas con las que cuenta la prevención de riesgos laborales para realizar su trabajo (ejemplo conos, balizas, barreras, cinta).

Apertura controlada.

Antes de proceder a la apertura completa de la entrada al recinto confinado, habrá que realizar (si existe peligro de presencia de gases tóxicos) una semi apertura de unos pocos centímetros. Introduciéndose una sonda de muestreo en el interior o pasándose el detector de gases por el resquicio abierto para comprobar la ausencia de tóxicos en el interior, lo que permitirá realizar la apertura completa con total seguridad.

Medición de la atmósfera.

Se requerirá realizar mediciones ambientales que aseguren que las condiciones de trabajo en el interior del recinto son las adecuadas. Se efectuarán con el instrumental adecuado y por operarios que sepan utilizarlos e interpretar los datos reflejados en ellos.

Las mediciones que pueden realizarse en un recinto confinado son tres; nivel de oxígeno, posible presencia de atmósferas inflamables y la existencia o no de atmósferas tóxicas.

Detectores.

La monitorización de los gases presentes dentro del espacio es uno de los pilares en los que ha de sustentarse una entrada segura en un recinto confinado.

Existen de dos tipos:

  • Los detectores fijos se instalan en un lugar, donde quieren conocerse características concretas de su atmósfera, sin posibilidad de ser trasladados a otro lugar.
  • Los detectores portátiles son los más utilizados en las entradas a los recintos Su nivel y rapidez de información, facilidad de uso, versatilidad y desde hace unos años su pequeño volumen, los han convertido en una herramienta fundamental a la hora de asegurar la integridad física de los trabajadores que realizan su labor dentro de los espacios confinados.

Ventilación.

La ventilación es una medida encaminada a proveer de aire de calidad respirable la atmósfera interior de los recintos confinados.

La ventilación renueva el aire interior del mismo, en caso de presencia de tóxicos reduce su concentración o incluso los hace desaparecer, si existe peligro de atmósfera inflamable reduce la concentración del combustible, en caso de accidente aumenta las posibilidades de supervivencia de las víctimas, aumenta la visibilidad (en casos de polvo, humo o vapores) y por último, acerca la temperatura interior a la del exterior (reduciéndola cuando es muy alta y aumentándola en caso contrario).

La ventilación se realizará antes y durante la ejecución de los trabajos.

Existen dos tipos bien diferenciados de ventilación. Por un lado tenemos la ventilación natural y por otro la ventilación forzada.

 

 

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