7 mayo, 2024

 

Estrés térmico por calor

 

El estrés térmico por calor es la carga de calor que los trabajadores reciben y acumulan en su cuerpo y que resulta de la interacción entre las condiciones ambientales del lugar donde trabajan, la actividad física que realizan y la ropa que llevan. Es decir, el estrés térmico por calor no es un efecto patológico que el calor puede originar en los trabajadores, sino la causa de los diversos efectos patológicos que se producen cuando se acumula excesivo calor en el cuerpo.

Al trabajar en condiciones de estrés térmico, el cuerpo del individuo se altera. Sufre una sobrecarga fisiológica, debido a que, al aumentar su temperatura, los mecanismos fisiológicos de pérdida de calor (sudoración y vasodilatación periférica, fundamentalmente) tratan de que se pierda el exceso de calor. Si pese a todo, la temperatura central del cuerpo supera los 38 o C, se podrán producir distintos daños a la salud, cuya gravedad estará en consonancia con la cantidad de calor acumulado en el cuerpo.

La intensidad del estrés térmico y la gravedad de sus efectos dependen de la intensidad de los tres factores que lo determinan y, lógicamente, será mayor cuando se sumen los tres, como puede ocurrir, sobre todo en verano, en algunos trabajos al aire libre (agricultura, construcción, etc.); también a lo largo de todo el año o gran parte del mismo en sitios cerrados o semicerrados, donde el calor y la humedad son inherentes al proceso de trabajo, como fundiciones, hornos, ladrilleras, conserveras, en los trabajos de emergencias en invernaderos, etc.

¿Qué riesgos y daños a la salud genera el estrés térmico por calor?

El estrés térmico por calor genera varios tipos de riesgos que pueden originar diversos daños a la salud. En algunas ocasiones estos riesgos pueden presentarse muy rápidamente, de repente, y tener desenlaces rápidos e irreversibles. La mayoría de las veces las causas del estrés térmico son fácilmente reconocibles y la posibilidad de que se produzcan daños es igualmente fácilmente previsible. En otras circunstancias, en las que las condiciones ambientales no son extremas, el estrés térmico por calor puede pasar inadvertido y producir daños a los trabajadores. El exceso de calor corporal puede hacer que:

_aumente la probabilidad de que se produzcan accidentes de trabajo,

_se agraven dolencias previas (enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales,   cutáneas, diabetes, etc.)

_se produzcan las llamadas “enfermedades relacionadas con el calor”

Los síntomas van de leves a graves y se presentan regularmente en el siguiente orden:

  • Fatiga: provoca una disminución de la habilidad motriz y concentración, aumentando los riesgos de un accidente laboral.
  • Agotamiento: bajo esta condición es probable que se manifiesten náuseas, dolor de cabeza, sed, mareos y calambres producto de la deshidratación y pérdida de sales.
  • Colapso: es un síntoma más delicado que se produce porque la sangre fluye principalmente a las extremidades y el cerebro se queda sin oxígeno, provocando un desmayo.
  • Golpe de calor: es la consecuencia más grave producto de la exposición al calor y se genera cuando la temperatura corporal llega a los 41 °C. En este caso, el trabajador experimenta confusión, comportamiento irracional, falta de sudor, piel seca y caliente, pérdida de conciencia y, en casos extremos, llegar a la muerte.

 

¿En qué trabajos puede ser peligroso el estrés térmico por calor?

En trabajos en sitios cerrados o semicerrados, donde el calor y la humedad sean elevados debido al proceso de trabajo o a las condiciones climáticas de la zona y la ausencia de medios para reducirlos

_fundiciones,

_acerías,

_fábricas de ladrillos

_ Fábricas de cerámica,

_plantas de cemento,

_hornos,

_ Panaderías,

_lavanderías,

_fábricas de conservas,

_ minas,

_ Invernaderos,

*donde, sin ser el calor y la humedad ambiental elevados, se realice una actividad física intensa o donde los trabajadores lleven trajes o equipos de protección individual que impidan la eliminación del calor corporal.

Trabajos al aire libre

El estrés térmico y sus consecuencias pueden ser especialmente peligrosos en los trabajos al aire libre, como en la construcción, agricultura, etc., ya que en ellos, al tratarse de una situación peligrosa que fundamentalmente se da en los días más calurosos de verano, no suele haber programas de prevención de riesgos como en el caso de los trabajos donde el estrés por calor es un problema a lo largo de todo el año.

Consejos para prevenir el estrés por calor Si en un ambiente de trabajo no es posible modificar la temperatura del aire, eliminar la radiación o la alta humedad, se deben tomar acciones como las siguientes:

  1. Mantener la hidratación bebiendo agua fresca, a la temperatura que sale de la red de agua potable, tomando pequeños sorbos cada 10 ó 15 minutos.
  2. Planificar el trabajo pesado para las horas del día en que las temperaturas son más bajas.
  3. Fijar pausas de descanso considerando que el periodo máximo de trabajo continuo es de 45 minutos.
  4. Habilitar lugares con sombra en espacios expuesto al sol, para que los trabajadores puedan permanecer ahí durante sus descansos.
  5. Usar ropa impermeable al vapor del sudor en aquellos ambientes de trabajo con altas temperaturas. Los trajes de protección contra reactivos químicos como el ácido o similares deben ser de telas y/o diseños que permitan el paso al vapor de sudor. Es recomendable eliminar las capas o delantales de plásticos que forman parte de la ropa de trabajo en algunas industrias de alimentos o farmacéuticas.
  6. Utilizar un pulsómetro para tareas de mantención que requieran la exposición del trabajador a altas temperaturas. Éste debe estar calibrado para emitir una señal cuando la persona alcance un nivel de pulsaciones igual a 180 pulsos por minuto menos su edad, límite que previene la fatiga.

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