27 julio, 2024

El aclamado rey del reggae, Nesta Robert Marley, más conocido como Bob Marley, murió el 11 de mayo de 1981 en Miami, a los 36 años, a causa de un melanoma acral de lenta evolución, originado en 1977, luego del descubrimiento de una herida bajo la uña del dedo de uno de sus pies luego de jugar un partido de futbol. Marley le restó importancia pensando que había sido producto de un golpe durante el partido pero no era así, resultó ser un melanoma tipo maligno que crecía justo en esa parte del cuerpo. El rey se negó a recibir tratamiento y decidió seguir hasta finales de 1980 con sus giras musicales por Europa.

Tras una serie de tratamientos contra el cáncer en Alemania que no rindieron frutos, Bob Marley volvía a Jamaica a pasar sus últimos días con sus seres queridos, pero una recaída en pleno vuelo hizo que tuvieran que aterrizar en Miami donde murió la mañana del 11 de mayo de 1981 en el hospital “Cedros del Líbano” debido a la metástasis del cáncer.

Nació el 6 de febrero de 1945 en Nine Mile (Saint Ann, Jamaica).

Hijo de Cedella Booker, una mujer africana de dieciocho años y de Norval Marley, de cincuenta años, capitán de la armada.

Fue en 1963, con tan solo 16 años, que grabó su primer disco: “Judge Not”, con su banda de aquel entonces (Los “Wailers”) que se dedicaba al Ska, formada por Bob, Bunny Livingstone y Peter Tosh. Su Primer canción fue “Simmer Down” y fue número uno en Jamaica.

Tres años después de su gran éxito, Bob y los Wailers, se hacen Rastafaris, cuya creencia central es la fe en el regreso a la “Madre África” ya que consideran a Etiopia como “el país prometido” y la a la hierba (ganga) como la hierba sagrada. Bob  se vuelve una figura admirada a los pocos años y muchos artistas comienzan a versionar sus canciones en sus discos, comoEric Clapton, que en su disco 461 Ocean Boulevard, incluye, I Shoot The Sheriff, hasta que en 1972, Chris Blackwell decide sumar a los Wailers para su sello “Island” donde en 1973 graban “Catch Fire”, álbum con el que debutan a nivel internacional.

Ese año, Peter Tosh, decide abandonar el grupo para comenzar su carrera como solista y al mismo tiempo, “No woman no cry” se hace notar en todas las emisoras radiales del mundo, es entonces que el grupo cambia su nombre a “Bob Marley and the Wailers” donde se suma el baterista Aston Barrett, el bajista Carlton Marley (su hermano) y un coro de vocalistas llamado “I-Threes”, grupo al que pertenecía su futura esposa Rita.

Los años pasaron y las ediciones de sus álbumes continuaron con un éxito creciente.

Bob se convertía en una de las personas más apreciadas de su país, ya que, a pesar de viajar constantemente, se mantenía preocupado por las diferencias sociales de la población de Jamaica, se involucró a tal punto que termino herido con un disparo en 1976 por un atentado de origen político.

El rey no se dio por vencido ya que continuó organizando conciertos de reconciliación, mejorando su imagen pública, no solo como músico, sino que como líder social.

Todas estas actividades lo mantenían activo, pero en septiembre de 1980 sufre una descompensación en el escenario, la que lo lleva a hacerse los estudios necesarios, donde le terminarían diagnosticando el cáncer.

Dio su último concierto el 23 de septiembre de 1980 en el teatro Stanley, de Pittsburgh y falleció, luego de un tratamiento que no dio resultados.

Dada la importancia de Bob Marley para la comunidad jamaiquina, se le realizó un funeral multitudinario el día 21 de mayo de 1981, donde se realizaron ritos de las dos culturas a las que pertenecía (la ortodoxa etíope y la tradición rastafari) y fue enterrado junto a sus pertenencias más preciadas: Su guitarra, su pelota de fútbol, una planta de cannabis, un anillo que llevaba siempre consigo, donado por el príncipe etíope y una biblia.

La ceremonia empezó con un servicio fúnebre de una hora para los familiares y amigos cercados a la Iglesia ortodoxa etíope de la Santa Trinidad. Una vez finalizado, se trasladó el ataúd a la arena nacional, en el que más de 6000 personas lo esperaban reunidos junto a cámaras y reporteros de todo el mundo. Lo llevaron a la sala, entre aproximadamente 20 guardias de seguridad y lo depositaron sobre una mesa en medio del escenario, que estaba cubierta con banderas: la de Jamaica (verde, dorado y negro) y la de Etiopia (Rojo, verde y dorado).

No todos los asistentes cabían dentro del salón, por lo tanto, la ceremonia se transmitió por megáfonos.  

A su derecha, se construyó una plataforma para ubicar al coro y a “la banda de África Unida”, un grupo de varios percusionistas, un bajista y un organista.

A su izquierda, otra plataforma cubierta con amplificadores, un teclado y una batería, para que, más avanzada la ceremonia, los miembros del antiguo grupo del que formaba parte Bob Marley, “The Wailers” para tocar en su honor.

Una vez concluido el homenaje de los músicos, dejaron sus instrumentos y llevaron el ataúd hacia un coche fúnebre que finalmente llevaría al Rey al lugar donde había comenzado su vida.

Las últimas palabras del ídolo antes de morir, fueron dirigidas a su hijo Ziggy: “El dinero no puede comprar la vida”

 

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