15 noviembre, 2024

La importancia de las relaciones económicas entre la Argentina y Brasil prácticamente no se discute en ninguno de los dos países. Una investigación reciente entre la comunidad de política externa brasileña definió a la Argentina como uno de tres países en los que “Brasil tiene un interés vital”. Y por otro lado, la opinión mayoritaria en una encuesta realizada en la Argentina colocó a Brasil en el segundo lugar en una lista de socios con los que la Argentina debería mantener las “relaciones más firmes y estrechas”.

Como en muchos otros momentos de la historia, la actualidad de ambos países los coloca en situaciones económicas parecidas. Ambos gobiernos comparten el objetivo de corregir los desequilibrios existentes para volver a colocar a las economías en un sendero de crecimiento sostenido, del que estuvieron fuera en los últimos años.

En lo que respecta a Brasil, el deterioro del resultado fiscal, la aceleración de la inflación, el atraso del tipo de cambio, la profundización de déficit de cuenta corriente y la creciente dependencia del ingreso de capitales, sumado a un frente internacional más adverso, se tradujeron en un deterioro progresivo de la actividad: tras el estancamiento en 2014 y la contracción de 3,8% del PBI en 2015, en el primer semestre de este año la actividad acumula una caída promedio de 4,6%.

Por su parte, en los últimos cuatro años la actividad de Argentina también se estancó y los desafíos económicos del gobierno actual son: reducir la inflación, corregir precios relativos, recomponer el resultado fiscal entre otros.

El comercio bilateral entre Argentina y Brasil totalizó US$ 1.926 millones en septiembre del 2016. Estos registros fueron un 4,7% superior al los del año anterior, con un incremento de las importaciones argentinas a Brasil de un 5,0% y en las importaciones desde aquel destino de un 4,6%.

El incremento  de las exportaciones de Argentina hacia Brasil estuvo impulsado por autopartes, granos, y polímeros plásticos, mientras que, el aumento de las importaciones se basan principalmente en vehículos de carga, automóviles, y energía eléctrica.

Argentina se posicionó en tercer lugar entre los mayores proveedores de Brasil, con respecto a los principales compradores de Brasil, Argentina también se ubicó tercera, esto luego de varios años en que nuestro país perdiera terreno dentro del comercio de Brasil.

En lo que va de 2016 la participación de las exportaciones argentinas en el país vecino volvió a aumentar aunque la evidencia de este año muestra que, a pesar de esta mejora, la crisis de Brasil sigue impactando con fuerza sobre nuestras ventas. Este fenómeno resalta la importancia de la situación económica de nuestro principal socio comercial y como su recuperación se vuelve una variable clave para definir las posibilidades locales de crecimiento.

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