6 noviembre, 2024

ANTECEDENTES

Desde sus inicios el hombre se ha planteado la necesidad de preservar su vida a través de distintos mecanismos de defensa ante una lesión. Hipócrates, Platón y Aristóteles ya habían notado anomalías anatómicas en los hombres producidas por algunas de las actividades laborales sugiriendo tomar algunas prevenciones. Con la revolución francesa se plantearon la urgencia de proteger a los trabajadores de artesanías, por ser esta la base de su economía.

La revolución industrial marca la aparición de la seguridad industrial. Con el auge del vapor y la industria metal-mecánica, los accidentes y enfermedades profesionales se incrementaron. En 1871, el 50% de los trabajadores moría antes de llegar a los 20 años debido a las malas condiciones de trabajo. Recién en 1833, se realizaron las primeras inspecciones gubernamentales, pero en 1850 se notaron algunas mejoras como resultado de las recomendaciones hechas. Se tardó mucho tiempo en legislar sobre el cuidado del trabajador, a los empresarios solo le interesaba su capital económico y no el humano.

En E.E.U.U., la mano de obra mayoritaria en las ciudades industrializadas elaboradoras de tela de algodón eran mujeres, niños menores de edad y extranjeros, quienes inmigraron a causa del hambre y falta de trabajo en sus países. Los accidentes aumentaron de manera alarmante. Se estableció una oficina de estadística de trabajo y, en 1867, se promulgó una ley que establecía el nombramiento de inspectores de fábrica. En Alemania, se buscó también la manera de que los empresarios suministraran los medios para proteger la vida y la salud de los trabajadores. En 1874, Francia estableció un servicio especial de inspección de talleres. En 1877, en Massachussetts, E.E.U.U., se ordenó el uso de protecciones en maquinarias peligrosas.

En París, la primera empresa que asesoró a los industriales se llamó Organización Internacional de Protección de los Trabajadores, hoy en día, es la OIT, la cual se creó en 1919 con el tratado de Versalles y su constitución fue elaborada en ese mismo año por una comisión integrada por nueve países: Bélgica, Cuba, Francia, Italia, Japón, Polonia, Checoslovaquia, Reino Unido y Estados Unidos.

La argentina fue uno de los primeros países de Latinoamérica en legislar sobre salud laboral, en 1914 la ley 9688 definía algunas enfermedades profesionales que debían ser indemnizadas por el empleador.

60 años más tarde se promulgo la ley 19587 de higiene y seguridad para todos los lugares de trabajo, esta ley se destaca por sobre todo en la protección de la vida, preservar y mantener la integridad psicofísica de los trabajadores, prevenir, eliminar o aislar los riesgos, estimular y desarrollar la prevención de accidentes o enfermedades profesionales derivadas de la actividad laboral.

Los principios que orientan esta ley, incluyen la creación de servicios de seguridad e higiene, medicina del trabajo preventiva y asistencial, características constructivas de los establecimientos, condiciones de higiene en los establecimientos, máquinas y herramientas, elementos de protección personal.

Estos principios son de cumplimiento obligatorio para empleadores y trabajadores.

En 1996 entra en vigencia la ley 24557 y sus objetivos son:

  • Reducir los siniestros laborales a través de los riesgos derivados del trabajo.
  • reponer los daños derivados de los accidentes del trabajo y enfermedades profesionales incluyendo la rehabilitación del accidentado recalificar a los mismos.
  • Obliga al empleador a asegurarse  a una ART, también lo obliga a cumplir con la ley 19587, define como contingencias cubiertas por la ley a los accidentes de trabajo in itinere y enfermedades profesionales creando una lista

 LA SEGURIDAD

Los hombres son el activo más valioso con que cuentan las industrias y por tal motivo el objetivo es crear condiciones laborales que garanticen la conservación de la salud y el mejoramiento de la seguridad laboral. Es necesario respetar todas las normas de seguridad e higiene ya sean provinciales, municipales o nacionales, es posible que esto no alcance, pero con un estudio sistemático y bien controlado podremos llegar a una situación en la que no exista la posibilidad de tener accidentes o enfermedades profesionales.

Hay que crear conciencia de seguridad a todos los trabajadores con una participación activa, estableciendo metodologías uniformes para ejecutar las tareas, desarrollando cada una de las normas que regulan las distintas actividades, es un compromiso en el cual todos debemos estar involucrados.

Los accidentes obedecen a causas determinadas y no a fatalidades inevitables, el estudio de cada uno de los accidentes que ocurren permiten sacar conclusiones para tomar nuevas decisiones.

imagesTrabajos sin protección personal en los inicios: herrería

 LA PREVENCIÓN

Cuando estudiamos las causas que originan un accidente debemos tener en cuenta para nuestro análisis los distintos factores que pueden llegar a intervenir como técnicas, edilicias, maquinarias, etc. y cuáles son los riesgos que tenemos que resguardar destacando a las personas.

Para realizar un análisis preventivo, tenemos que contar con distintas herramientas, como la planificación, imaginación de conflictos en donde se van a desarrollar estos mismos, desde su origen es fundamental tener toda la información   para luego desprender soluciones y ponerlas en práctica.

Formar al personal es fundamental para la prevención y que todos puedan anticiparse al problema y, a si evitarlo Ocurrido un accidente se debe trabajar en equipo ya que la imaginación lleva a la resolución de los problemas implementando procedimientos para que no vuelvan a suceder, teniendo un seguimiento riguroso sin dejar de omitir ningún detalle, por lo contrario, no estaríamos dando una solución al problema.

En la prevención de riesgos es fundamental la motivación y el interés para el cambio de actitudes, para que los trabajadores adopten conductas seguras tienen que conocer el modo de actuar y las medidas de protección tienen que estar convencidos para poder desarrollar sus tareas de manera segura convirtiéndolas en hábitos.

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CONCLUSIÓN

Los métodos de prevención deben ser una herramienta seria de mejora de la seguridad, gestionar internamente y con participación de todos los empleados la empresa debe ser partícipe de la prevención de riesgos laborales La seguridad y la prevención segura deben ser valoradas y convertirse en hábitos reconocidos por el trabajador y por todos aquellos involucrados, técnicos en seguridad, mandos medios, directivos, profesionales de la salud.

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