25 abril, 2024

A la escuela se la denomina como la segunda familia o la segunda casa. Esto es así porque el niño desde el ingreso escolar va a repartir su tiempo entre la familia y la escuela. Tanto los valores, limitaciones, reglas, costumbres, entre otras cosas que imponen las instituciones educativas pasan a formar parte de las costumbres de los niños y estos los llevan a su hogar. La familia y la escuela son mediadoras entonces cuando la escuela descubre alteraciones en un niño que se sospecha que pueden venir del hogar en sus relaciones familiares, y la escuela puede y debe mediar como protectora de los derechos de un niño, para lograr encontrar una búsqueda de soluciones. En cambio cuando la familia descubre posibles inconvenientes del niño dentro de la escuela, debe intervenir como defensora del niño y reclamar cambios o aclaraciones incluso pueden iniciar acciones legales. Todas las experiencias negativas tanto como positivas en la vida del niño son formadoras, la organización de la enseñanza escolar se basa en los estudios psicológicos y dinámica grupal.

En conclusión llegamos a la afirmación que existe un gran intercambio entre la sociedad familiar y la sociedad escolar, lo que la familia inculco en el niño pasa con él a la escuela y viceversa.  Desde que nacemos nuestra familia nos da nuestros primeros pasos en la formación como persona , pero a medida que vamos creciendo nuestros docentes nos complementan y enriquecen como personas, intercambiando visiones, percepciones y experiencias. Además de que la escuela nos ofrece una relación humana entre iguales con nuestros compañeros y profesores con los cuales intercambiamos enseñanzas, costumbres, experiencias positivas tanto como negativas que nos enseñan a poder corregir un error o como saber afrontarlo en un futuro.

Lo primero que debe saber el educador en la relación humana entre el profesor y el alumno es que el objetivo esencial de su misión es educar, el mejor docente es el que es capaz de crear un clima de relación espontanea, de seguridad, de optimismo y serenidad en el grupo. Es fundamental inculcarle a los alumnos que todos ellos pertenecen a la misma institución educativa, para fortalecer los lasos entre compañeros se realizaran actividades que desarrollen la participación y el sentido del grupo como la colaboración y la tolerancia.

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