19 abril, 2024

Autor: Lucas Stupak

1° Año de T.S. en Logística

(Metodología de la Investigación)

La caída de las barreras arancelarias y no arancelarias en las economías en desarrollo ha puesto al descubierto la importancia de los costos de transporte en la determinación de los flujos internacionales del comercio y en el aumento de la competitividad. Profesionales destacados de distintas empresas reconocidas han comunicado públicamente la importancia de la infraestructura de transporte y telecomunicaciones como determinantes del costo total de transporte y de los flujos bilaterales de comercio.

Si bien el mejoramiento de la logística y la integración de cadenas de oferta son actividades típicamente privadas en el nivel de las firmas, los gobiernos se han interesado en la facilitación de infraestructura y en promover una regulación adecuada para estos objetivos. La mejora de la infraestructura de transporte en un desvío estándar reduce los costos en un equivalente a reducir la distancia en 1.000 km terrestres o 6.500 km marítimos.

En los 90, el escenario en América Latina se movió hacia tasas de inflación controladas, tasas de interés reales positivas y mayor apertura económica, dando lugar a una creciente preocupación por los aspectos de infraestructura del transporte y logística. En el caso argentino se conjugaron varios factores que pusieron en marcha un proceso de modernización tanto en el nivel de la infraestructura (inversión en carreteras por método de concesión a privados, desregulación y privatización de puertos) como de la logística (ingreso de operadores logísticos internacionales, reorganización empresaria sobre todo en bienes de consumo masivo). Sin embargo, existen dudas sobre el alcance del proceso modernizador. El sector privado suele puntualizar que la deficiencia de provisión y coordinación de infraestructura (física e institucional) es un factor muy importante en la explicación de los problemas de competitividad que enfrenta el país. Adicionalmente, la marcada y creciente recesión en la actividad económica que enfrenta la Argentina desde fines de 1998, sumada al recorte de la inversión pública por razones fiscales determinaron la paralización de muchas inversiones vinculadas a la integración y desarrollo de procedimientos logísticos.

El medio de transporte dominante en la Argentina es el camión. En la década del sesenta el ferrocarril comienza a perder participación en el transporte de cargas mientras que el medio automotor va adquiriendo cada vez mayor relevancia. Este cambio hacia el transporte de carga por camión se debió al efecto de la expansión de las carreteras en las dos décadas anteriores, al estancamiento en los volúmenes cosechados de granos y al paulatino deterioro en el funcionamiento de la empresa ferroviaria con el inicio de la gestión estatal (desde 1948). Así, mientras en 1930 se transportaron 42,5 millones de toneladas a través de los ferrocarriles, en 1960 la carga transportada alcanzó a 25,9 millones de toneladas, en 1980 a 16,3 millones de toneladas, con un mínimo en 1992 de 8,6 millones de toneladas.

El desarrollo y estado de las carreteras y el funcionamiento adecuado del mercado de carga por camión son elementos clave de los costos logísticos en la Argentina. Si bien en los 90 se avanzó tanto en la concesión de rutas como en la desregulación del mercado de cargas, todavía se enfrentan problemas serios de sobre precios. En efecto, la red nacional de rutas concesionadas y no concesionadas, que alcanza a 38.400 km se encuentra en más de un 80% pavimentada, pero exhibe un poco más de la mitad de su kilometraje en condiciones malas o regulares. A ellas debe sumarse la red de rutas provinciales y municipales. Los datos disponibles sobre las primeras indican que sólo un 21% estaban pavimentadas en 1997, un 24 % estaban mejoradas y un 55% era de tierra, alcanzando un kilometraje total de 176.330 km. Los caminos municipales y nacionales suman 280.000km aproximadamente. Si bien su estado no está inventariado completamente, en su mayoría, no pasan de la categoría de regular.

Según una encuesta realizada por ARLOG a grandes compañías, los costos son elevados de acuerdo a los siguientes datos obtenidos:

Los sistemas logísticos en las empresas grandes, la identificación de obstáculos a la eficiencia en este rubro se localiza todavía mayoritariamente en la falta de programación de la propia empresa y en la calidad de los operadores logísticos.

Se concluye que la evidencia relevada en el nivel empresario indica un elevado peso de los inventarios y el mantenimiento dentro de la administración de las empresas de tareas logísticas tercerizables, lo que redunda en costos más elevados que los correspondientes a la best practice internacional.

En síntesis, los mayores problemas surgen en el manejo de inventarios y la integración del sistema. En cuanto al transporte, si bien la modernización ha sido incompleta las tarifas se han reducido en la medida que el precio elevado del gas oil en la Argentina lo permite. También la distribución mayorista ha reducido costos. La Argentina lamentablemente no deriva ventajas de la red logística debido al bajo grado de integración de la actividad.

Fuentes:

ARLOG Asociación Argentina de Logística Empresaria

IMML – Escuela de Negocios, Supply Chain y Logística

Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas

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