En esta película se relata la historia de un presidente norteamericano que es acusado de abuso sexual a una niña menor de edad, en este momento de crisis el presidente contrata a un asesor llamado Conrad Brean para poder solucionar el problema. El asesor decidió crear una noticia falsa para contraponer el “boom” que supuso la acusación hacia el presidente; para poder llevarlo a cabo se pone en contacto con un famoso productor de cine llamado Stanley Motts. Fue él quien se dio cuenta de que ninguna estrategia de medios de comunicación sería tan relevante como para desviar la atención de los votantes estadounidenses respecto al abuso sexual, comenzó a pensar que solamente una guerra tendría tanto impacto como para salvar la candidatura del presidente a 11 días de las elecciones. De esta manera Conrad Brean, junto a sus aliados Stanley Motts y Winifred Ames (Secretaria del presidente) comienzan a crear una guerra ficticia contra Albania, un país prácticamente desconocido y no muy importante para la mayoría de los estadounidenses, utilizando los medios de comunicación como recursos políticos para influir en la decisión del electorado y así poder ganar las elecciones, de esta manera se puede ver el poder que tiene la prensa para manipular la verdad y ocultar lo que realmente está sucediendo. Durante la película se escucha la frase “Apariencia de una guerra” que hace referencia a una mentira que se crea alrededor de lo que que sucede realmente, es decir, una imagen ficción.
Podríamos relacionar la trama de la película a partir de la teoría de la aguja hipodérmica ya que a lo largo de éste es posible ver como las distintas invenciones del grupo de campaña del presidente son asumidas como verdaderas por la ciudadanía sin mayor problema, reflejo de un receptor pasivo que no cuestiona en absoluto la información, de un mensaje que es asimilado uniformemente por todos los ciudadanos y de una masa que reacciona toda igual, produciéndose los mismos cambios de comportamiento en todos. La ciudadanía se inyecta los mensajes que provienen de los medios de comunicación y los asumen como verdaderos. Todos los mensajes enviados por el equipo de la campaña son exitosos y surten el efecto deseado, como queda demostrado en la escena donde el personaje interpretado por Dustin Hoffman lee un discurso a las mujeres que trabajan en la Casa Blanca y todas reaccionan de la misma forma: se emocionan y lloran. En la película se puede ver como la sociedad estadounidense se encuentra débil, convirtiéndose en una masa manipulable mediáticamente de acuerdo al discurso que se les imponga desde las altas cúpulas de poder, en este caso, la necesidad de unirse por motivos de guerra.