20 abril, 2024

Eslovaquia

En 1989 el final del comunismo en Checoslovaquia a través de la pacífica Revolución de Terciopelo significó también el fin de Checoslovaquia como tal y la creación de dos Estados sucesores: Eslovaquia y la República Checa, los cuales se separaron después del 1 de enero de 1993, tras un proceso de negociaciones bilaterales, de común acuerdo y de un modo nada traumático. Eslovaquia se convirtió en miembro de la Unión Europea en mayo de 2004. A partir del 1 de enero de 2009, Eslovaquia se unió a la Eurozona y adoptó el euro como moneda oficial.

Eslovaquia posee varias características que la hacen un país atractivo desde el punto de vista del turismo. Posee numerosos centros de deportes de invierno, ciudades históricas, pintorescos castillos, cuevas, únicas iglesias de madera, parques nacionales y otras riquezas y paisajes naturales.

Aproximadamente el 40 % de Eslovaquia está cubierto por bosques. Los bosques de Eslovaquia poseen una rica fauna, que incluye osos pardos, lobos, linces, zorros, jabalíes salvajes, conejos, ardillas, turones, castores y ratas almizcleras. En las zonas montañosas se pueden observar gamuzas y marmotas alpinas. Al ser una de las pocas zonas cuyo medio ambiente no fue dañado por el antiguo régimen comunista, Eslovaquia posee un altísimo porcentaje de parques nacionales y otras áreas protegidas.

Una de las principales atracciones de Eslovaquia son los Montes Tatras (que se dividen en las Altas Tatras y las Bajas Tatras), que son la zona más elevada de los Cárpatos. Allí se pueden observar interesantes especies autóctonas de fauna y flora, además de ofrecer numerosas opciones para la práctica del esquí, caminatas por la montaña y escalada en roca.

Eslovaquia tiene en su pequeño territorio una cantidad inmensa de castillos. A los más de doscientos existentes, se añaden otros cuatrocientos palacios. El castillo de Spiš es el más conocido, uno de los más grandes del mundo y reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

En Eslovaquia fueron descubiertas más de 7.100 cuevas, 13 de ellas son abiertas al público, Entre estas cuevas hay una muy popular: la Cueva Domica. Es la cueva más grande de todas y forma parte del complejo de cuevas que continua bajo tierra hasta meterse dentro del territorio húngaro, Es la única cueva que ofrece la posibilidad de navegar por el río subterráneo llamado Styx.

Su capital es Bratislava, y tiene mucho que ofrecer, más de lo que parece a los turistas que acuden cada vez en más número hasta la capital de la República ,el epicentro de la cultura eslovaca. Está situada a orillas del río Danubio, muy cerca de  Viena. Bratislava es la ciudad más grande y poblada del país, y la sede de las instituciones y del gobierno eslovaco. Merece la pena una visita y sobre todo pasear por la Ciudad Vieja, con innumerables puntos de interés turístico así como muchísimos edificios con historia.

Croacia

Croacia es una república unitaria, democrática y parlamentaria. En 1990, tras el colapso del partido comunista que lideraba la RFS Yugoslavia, Croacia adoptó su constitución actual y organizó sus primeras elecciones multipartidistas.​ Declaró su independencia el 8 de octubre de 1991, con lo que desintegró a Yugoslavia y obtuvo el reconocimiento internacional por parte de la ONU en 1992.​ Bajo su constitución de 1990, Croacia operó con un sistema semipresidencial hasta 2000, cuando adoptó el sistema parlamentario actual. La constitución también establece la división del poder en tres ramas: ejecutivo, legislativo y judicial. El sistema legal de Croacia es el derecho continental, fuertemente influenciado, como su marco institucional, por el legado de su unión con Austria-Hungría.​ El 30 de junio de 2010, cuando finalizaron las negociaciones sobre su acceso a la UE, la legislación croata fue completamente adaptada al acervo comunitario.​

Su capital es Zagreb, aunque no suele formar parte de las rutas turísticas por el país. No es un destino de playa, está lejos de casi todo y sus atractivos turísticos no son muy conocidos. Sin embargo, se sugiere recorrer el coqueto casco medieval, ya que es muy agradable pasear por sus calles más señoriales, muy al estilo centroeuropeo.

En la región de Lika, se encuentra el Parque nacional de los Lagos de Plitvice, un paraje donde se alternan lagos, cascadas y manantiales de espectacular belleza. Esta región fue declarada Parque Nacional ya en 1949, y catalogada en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979.

El parque tiene una superficie cercana a las 30.00 hectáreas, 22.000 de ellas cubiertas de bosques. La visita se realiza a pie a través de senderos y puentes de madera, los lagos más grandes son recorridos por silenciosas barcas. El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice ofrece siete rutas turísticas diferentes para recorrer el sistema de lagos.

Split, la segunda ciudad más grande de Croacia que se extiende alrededor del palacio romano de Diocleciano, a orillas del mar Adriático. El atractivo más importante de la ciudad es su patrimonio cultural. El emperador romano Diocleciano eligió esta bahía protegida y tranquila al pie del monte Marjan para construir su palacio a finales del S.III d.c. Su elección fue tan buena que aquel palacio ha estado habitado hasta nuestros días, convirtiéndose en un verdadero museo al aire libre, que en 1979 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

En el área croata del mar Adriático hay 698 islas, 389 islotes y 78 arrecifes De las 698 islas, solo 47 están habitadas en el sentido de que existe al menos un residente permanente. Una de ellas es la Isla de Mljet donde se halla el Parque Nacional de Mljet, en esta isla la población apenas supera los 1.000 habitantes, así que resulta un lugar ideal para desconectar o pasar unas tranquilas vacaciones. Se pueden visitar varios lugares naturales preciosos, como la Cueva de Ulises (relacionada con el mito del héroe), el Lago Pequeño o el Lago Grande, con una isla en medio a la que se puede llegar en barca. Tampoco hay que olvidar el este de Mljet, con sus tranquilas bahías, sus playas y gran cantidad de restaurants.

Ya en el sur del pais el destino más popular de Croacia, la ciudad amurallada de Dubrovnik, es Patrimonio Mundial de la Unesco con razón. A pesar de haber sido bombardeada sin cesar en la década de 1990, durante la Guerra de Croacia, sus imponentes murallas y torres, sus monasterios medievales, sus iglesias barrocas, sus plazas y sus fascinantes barrios residenciales han recuperado su magnificencia. Para tener una buena visión de toda la “perla del Adriático” hay que subir en el funicular hasta el monte Srđ y, si se quiere conocer de cerca, se recomienda rodear las murallas y espiar los jardines ocultos y las antiguas calles repletas de ropa tendida. es un destino ideal para todo tipo de turistas. Atrapa tanto a los amantes de la naturaleza, con sus playas e islas boscosas, como a aquellos que prefieren la historia y la arquitectura, quienes disfrutarán recorriendo palacios, fuertes y monasterios que han servido de escenario para series tan famosas como Game of Thrones.

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