26 abril, 2024

El acoso laboral o mobbing es la acción de un hostigador o varios hostigadores a producir miedo, terror, desprecio o desánimo en el trabajador. Esta persona recibe una violencia psicológica injustificada a través de actos negativos y hostiles dentro o fuera del trabajo por parte de grupos sociales externos, de sus compañeros, de sus subalternos o de sus superiores.


Esta violencia psicológica puede producirse de forma recurrente durante un tiempo prolongado, a lo largo de semanas, meses e incluso años, y al mismo en ocasiones se añaden «accidentes fortuitos» y hasta agresiones físicas, en los casos más graves.

Una situación de acoso muy prolongada en el tiempo, además de enfermedades o problemas psicológicos, puede desembocar, en situaciones extremas, como en el suicidio de la víctima.
Lo que se pretende con este hostigamiento, intimidación o perturbación es el abandono del trabajo por parte de la víctima, la cual es considerada por sus agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales (necesidad de extorsión, ambición de poder, de riquezas, posición social, mantenimiento del statu quo, etc.)

En Argentina, debido a las fuerzas sindicales que no permiten el despido directo, el puesto laboral es más firme , por lo tanto las empresas toman el riesgo de comenzar a reducir personal a través de esta técnica. De esto se encarga la Psicología Laboral que estudia estos casos y debe lidiar entre los intereses de la organización y los intereses de las personas, previniendo y promoviendo la salud mental.

El mobbing puede desembocar en enfermedad profesional, es decir, derivado del trabajo, aunque tanto autoridades como empresas se muestran muy reacias a admitirlo como tal.

Consecuencias psicológicas

  • Lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales por parte de la víctima.
  • Proceso de desvaloración personal.
  • Desarrollo de la culpabilidad en la víctima (la propia familia suele cuestionarla sobre su comportamiento).
  • Creencia de haber cometido verdaderamente errores, fallos o incumplimientos.
  • Somatización del conflicto: enfermedades físicas (por ejemplo, dolor de cabeza o síndrome del intestino irritable).
  • Insomnio, ansiedad, estrés, angustia, irritabilidad, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, problemas de relación con la pareja, depresión.
  • Inseguridad emocional, torpeza, indecisión, conflictos con otras personas e incluso familiares.
  • Mella en la autoestima.
  • Trastorno por estrés agudo.

Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador, acusándolo de bajo rendimiento.
El desenlace habitual de la situación de acoso laboral suele significar la salida de la víctima de la organización de manera voluntaria o forzosa.
La recuperación definitiva de la víctima suele durar años y, en casos extremos, no se recupera nunca la capacidad de trabajo.

Es debido a este problema que muchas personas, sienten que todos estan en contra de el y no encuentran un espacio propio en su lugar de trabajo, se sienten incomodas a tal punto que terminan en un llanto desesperado. Muchos de estos terminan recurriendo a un psicologo para aliviar un poco su dolor ya que no encuentran manera de poner fin a su sufrimiento que no sea la renuncia.

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