28 marzo, 2024

Los seres humanos somos semejantes no solo porque tenemos los mismos derechos, sino también porque poseemos una serie de valores (emociones, cultura, lengua, entre otros) que nos hacen diferentes unos de otros, pero es lo que nos permite vivir humanamente, es decir, entre seres humanos. Por ende, podemos establecer vínculos y relacionarnos armónicamente entre nosotros por medio de reglas, usos y costumbres, siempre respetando las ideas y derechos del otro. Estos nexos son necesarios en todos los ámbitos, como por ejemplo una empresa, ya sea entre los miembros de ella o el nexo con los grupos externos (clientes, competencia, etcétera). Aquí es donde entra el relacionista público, quién cumple un rol fundamental, que es el de crear la relación entre la organización y el ámbito tanto interno como externo, con éste último tiene objetivos como captar, retener y fidelizar a los clientes a través de la satisfacción de sus necesidades. Una empresa necesita de sus clientes, por lo tanto es importante establecer una relación basada en la confianza y el respeto.

Otra de las características importantes que tiene el relacionista público es que ante determinadas situaciones, ya sean buenas o malas, va a tener que decidir por sí o por no, (tomando el lugar de la empresa) según lo que le parezca conveniente, ya que no pueden elegir lo que les va a pasar, pero si deben responder a lo que les pasaría, respetando el uso de su libertad.

¿Qué sucede con el relacionista público cuando debe optar por actuar por deber, conforme al deber o contra el deber? Vamos a un ejemplo: una empresa que se dedica a vender cigarrillos, contrata un asesor de Relaciones Públicas porque debe promocionar las ventas ya que han bajado. Entonces sabiendo que fumar hace mal a la salud, el asesor debe decidir si ir contra su voluntad (o deber) y aceptar el trabajo, reaccionar conforme al deber, es decir, aceptar el trabajo porque le conviene por más que internamente no quiera, o actuar por deber, que sería no tomar el trabajo ya que puede perjudicar la salud de las personas, en este caso se estaría poniendo en el lugar del otro. Hoy en día en el ámbito empresarial, no siempre resulta fácil aplicar estos principios ya que el objetivo principal de la empresa es ser la mejor en el mercado y aumentar cada vez más los ingresos, por lo que, si el asesor decide no tomar el empleo, la empresa buscara a otros hasta que alguno le diga que sí, no le interesa si a las personas les daña la salud fumar, solo quieren vender sus productos.

Su decisión se basara en su integridad profesional y su lealtad a la empresa, o tomando en cuenta la solidaridad, humanidad y el reconocimiento del otro como semejante.

En conclusión, es un tema sumamente complejo y lamentablemente muy común en estos días, la respuesta tal vez no sería tan compleja si pensamos que somos libres para elegir y que cuando se opta por aquello que te hace más sensible, mas ético y teniendo en cuenta que las decisiones van a afectar y repercutir en los demás y viceversa, no te resulte tan difícil ya que el vínculo de reconocimiento entre seres humanos debe ser genuino.

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