24 noviembre, 2024

En argentina, se considera a Radio Cultura como la precursora en pasar avisos a cambio de algo (dinero en efectivo o especies).
En 1994 el locutor y programador de los primeros tiempos Pablo Osvaldo Valle, tuvo la idea de canjear “reclames”, que así llamaban en ese entonces a los avisos publicitarios, por productos envasados u otros servicios. como este sistema publicitario llego a difundirse mucho, las emisoras dedicaron un sector de sus edificios a almacenar productos que recibían como forma de pago de sus anunciantes y que luego se vendían, se regalaban a los oyentes que participaban en concursos o se convertía en moneda de pago para los artistas que iba a dicha radio.
El primer estilo de publicidad que se hacía era gritado, reiterativo, algo burdo y en especial anárquico. En 1929, se colocó un tope de cien palabras a los mensajes publicitarios, para que sea una publicidad mesurada, sintética, concentrada y simple, aunque en ese momento se pensaba que cuantas más palabras había en la publicidad, mayor efectividad iba a tener.
La entrada de contenidos comerciales a la radio fue una forma de difundir las bondades de ese medio y de asegurar su supervivencia. Los primeros avisos trataban de convencer al público las bondades y ventajas que ofrecían los aparatos de radio de la época, marcas como “casa borsella, casa fotia, gringber e hijo, etc. “
Luego siguieron las publicidades de las grandes fábricas de automóviles como “ Chrysler, Hudson”, comenzaron a tentar a la gente con sus comodidades. Luego surgieron los productos de uso diario, nombres que unidos a ingeniosas frases, quedaban grabados en las personas.
Después de haber oído infinidad de veces los ingeniosos avisos que se pasaban, comienza a ponerse de moda una nueva técnica publicitaria, la de vincular el nombre del producto con el del programa que auspician.
En 1928 con la aparición de Rodolfo Sciamarella, el “genio de los jingles”, se produce un gran cambio en la publicidad radial. Sciamarella, era un exitoso compositor de tangos, que en 1955, fue obligado a exiliarse, por haber compuesto la marcha peronista, fue el más famoso creador de jingles, que eran breves canciones creadas expresamente para el anunciante y su producto.
La música era la de alguna canción de moda o una creada expresamente para esa circunstancia, y la letra un texto repetitivo de algún nombre, producto o característica de loque se quería publicar. Voces, a veces reconocidas por el público oyente, cantaban historias,en la que el producto era el protagonista. Las, marcas sonaban durante la canción y se repetíanen los estribillos, de modo que era casi imposible olvidarla, al ritmo de mambos, cumbias, pasodobles, marchas, tangos y músicas escritas para ellas.

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