Fundado por el francés Jean Touan en 1858, el Café Tortoni es el bar mas antiguo de Buenos Aires, y ha sido escenario de incontables tertulias a las que se daban cita los personajes mas destacados de la cultura rioplatense de aquella época, quienes conformaban la Agrupación de Gente de Artes y Letras, liderada por el pintor Benito Quinquela Martin. Al famoso café literario concurrían desde personajes de la política local como el presidente M. T. de Alvear hasta escritores, pintores, escultores y músicos, como el famoso cantante de tango Carlos Gardel, el “Morocho del Abasto “, figura de renombre en la Argentina y en el mundo. Y, por supuesto, nunca faltaba algún visitante europeo o americano que quisiera aggiornarse con el peculiar lunfardo porteño o participar de una discusión filosófica con escritores – y librepensadores- como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Federico García Lorca y Luigi Pirandello, entre otros. Fueron ellos quienes crearon “La Peña” en una bodega del subsuelo cedida por el dueño del local, quien consideraba que “los artistas gastan poco pero le dan lustre y fama al lugar”. También aquí se reunían mujeres destacadas en el ámbito artístico como las poetisas Alfonsina Storni y Josefina Crosa, y la polifacética Maruja Pacheco Huergo. Por supuesto, las mujeres siempre representaron una minoría, pero el Tortoni no hacía diferencias de género, y era lugar de encuentro de cualquiera que quisiera disfrutar de un buen momento en grata compañía.
Se trata de un sitio histórico y emblemático de la ciudad, que fue un espectador silencioso de grandes acontecimientos que marcaron la identidad de Montserrat, el barrio que lo vio nacer, y de Buenos Aires misma.
El Café Tortoni fue testigo de la creación de la Av. De Mayo (con motivo de conmemorar el centenario de la Revolución de 1810), también del nacimiento de la Línea A de subterráneo, la primera de la Argentina y de toda Latinoamérica. Ha visto el desarrollo y el crecimiento del barrio de Montserrat, con sus diferentes edificaciones y construcciones modernas, y ha presenciado distintos acontecimientos de gran importancia a nivel histórico, político y social, dado que su ubicación en el casco histórico de la ciudad lo coloca a unos pocos metros del epicentro de cada manifestación de la soberanía popular, la plaza de Mayo.
De estilo francés y fachada simple pero elegante, el Gran Café Tortoni es una visita obligada para turistas y locales que quieran conocer un poco más de la historia y de la cultura porteña. Entrar es sumergirse en un lugar donde parece que no ha pasado el tiempo, ya que aún ostenta decenas de cuadros, pinturas, y otras obras de arte y reliquias que tienen un valor histórico incalculable, además del mobiliario de roble y mármol excelentemente conservado (y restaurado) y una hermosa colección de lámparas y vitrales que iluminan y embellecen el lugar.
Declarado sitio de interés cultural y turístico, es uno de los bares notables de la ciudad, y quien guste del arte, la música y la literatura no puede perderse la propuesta del Café Tortoni, donde podrá participar de las reuniones literarias que aquí tienen lugar una vez al mes, o de los shows de tango que se realizan en el subsuelo del local. Los mismos tienen un costo de $500 y ofrecen la posibilidad de relajarse tomando un trago, un café o la clásica “leche merengada” (el postre favorito de los habitantes de la ciudad hace 100 años), disfrutando de un show de tango de alto nivel, con cantantes, bailarines y músicos en vivo. Y si planea visitarlo durante el día, puede incluir en el itinerario una visita al Museo Mundial del Tango, donde funciona la sede de la Academia Nacional de Tango.
Para quienes quieran conocer el Gran Café Tortoni , el mismo funciona todos los días de 08 a 01hs. Se debe tener en cuenta que suele haber fila para ingresar, por lo cual se recomienda ir con tiempo. Se pueden adquirir souvenires y recuerdos en el lugar.