7 mayo, 2024

El cianuro, como sustancia química tóxica presente en la naturaleza puede ser letal en ciertas cantidades concentradas. Puede existir de varias formas: como un gas incoloro como el cianuro de hidrógeno (HCN), o el cloruro de cianógeno (ClCN), o estar en forma de cristales como el cianuro de sodio (NaCN) o el cianuro de potasio (KCN).

El cianuro está presente en la naturaleza (por ejemplo en algunas plantas como las adelfas, en las almendras, nueces y semillas de manzana) y va a depender del grado de concentración en sus distintas formas (como aire, agua o sólido), lo que va a generar su nivel de toxicidad que puede llevar a un organismo desde una descompensación hasta la misma muerte.

El cianuro se mezcla en el medio ambiente y reacciona, degradándose rápidamente. El cianuro como gas (acido cianídrico) es el más tóxico ya que actúa en forma veloz en el organismo y produce una asfixia mortal en un ambiente cerrado y reducido. El gas de cianuro se evapora y dispersa rápidamente en espacios abiertos haciendo que sea menos dañino al aire libre. Además, es menos denso que el aire y por esta razón tiende a elevarse.

En cambio, el cianuro diluido en agua va a depender de la concentración que tenga para que sea tóxico. Entre 5 y 7 microgramos por litro es tóxico para la reproducción de algunos peces. Si una persona ingiere esa cantidad no presentará ningún. Entre 20 y 70 microgramos es mortal para los peces y es tóxico para el humano sin generar mortalidad. Pero cuando pasa los 200 microgramos por litro de agua es mortal para cualquier especie.
El hecho de que se vuelque cianuro de una empresa en un río o en una napa de agua es grave y hay que mitigar los posibles efectos contaminantes rápidamente, como por ejemplo recomendar no consumir el agua hasta tanto sea analizada.

¿Qué efectos tiene en el cuerpo humano?

El efecto nocivo y letal más importante de las distintas variedades de cianuro, es el de impedir que el oxígeno que es llevado por los glóbulos rojos de la sangre, llegue a las demás células del organismo, impidiendo así el proceso de la respiración celular. Ello también hace aumentar la cantidad de lactato en el organismo, que no puede ser llegar al hígado para su eliminación. Todo ello deriva en una baja en el oxígeno intracelular, lo que impide la homeostasis de las células. Con la disminución en la utilización de O2 por parte de la célula, se forma una hipoxia citotóxica, que suele ser letal.

Dónde más daño va a causa el cianuro son en aquellos lugares donde se consume más oxígeno y están más irrigados como son el corazón y el cerebro. De esta forma el cianuro, provoca una parálisis respiratoria, convulsiones y midriasis (aumento del diámetro de la pupila, piel fría y húmeda, ritmo cardíaco aún más rápido y respiración superficial).

La sensación que se experimenta es de quemazón interna y ahogo. En el último tramo, y más agudo, del envenenamiento, las pulsaciones se vuelven lentas e irregulares, la temperatura corporal comienza a descender, los labios, la cara y las extremidades toman un color azulado, lo que provoca que el individuo caiga en coma y muera.

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