Roma es única, ciudad de monumentos, calles, plazas y fuentes de increíble belleza.
Anualmente recibe más de 16 millones de turistas, es la tercera ciudad europea que más visitantes atrae, por detrás de Londres y París, disputándose el puesto de la ciudad más romántica de Europa. Julio y agosto son los meses con más visitantes.
La arquitectura del imperio romano descolló por su originalidad. Es una expresión de la cultura de su tiempo y lugar, es un medio para expresar su hegemonía política. Basándose en el arte etrusco y griego fue incorporando elementos de las culturas bajo su dominio y supo imponer un espíritu práctico en las obras. El arco y la bóveda los heredaron de los etruscos, pero los romanos los llevaron a una notable perfección.
Las bóvedas y las cúpulas, constituyen la principal innovación de los romanos.
El arco se convierte en un elemento indispensable para las construcciones romanas, utilizaron el arco de medio punto.
Inventaron la bóveda de arista, que utilizaron copiosamente en arcos de triunfo, puertas de ciudades y sobre todo, en interiores, donde lograron sus efectos más sorprendentes y donde se manifiesta el colosalismo de sus construcciones.
La arquitectura romana se caracteriza por el empleo del mortero y del ladrillo. Inventaron diversas plantas para sus edificios. En las grandes fachadas superpusieron los diversos órdenes. Lograron instalar abundantes ventanas en los muros. Los recintos son grandes gracias a las bóvedas de aristas y de cañón.
Las construcciones demuestran un arte completamente utilitario y práctico.
Entre las construcciones que se destacaron están los anfiteatros, teatros y circos. Hicieron columnas y arcos triunfales como monumentos conmemorativos. Las obras de ingeniería más destacadas son las termas que eran baños públicos con calefacción. Las basílicas son edificios que tenían múltiples funciones como bolsa de comercio, salas de tribunales, etc. construidas hacia el siglo IV. Los puentes, de vital importancia en la red de comunicaciones como así también las calzadas y murallas. Los acueductos proveían de agua a las ciudades y zonas agrícolas. Los templos, eran edificios religiosos que adaptaron el modelo griego y el etrusco. Para los emperadores poderosos construían grandes mausoleos circulares como edificios funerarios.
Algunos monumentos han llevado mejor que otros el paso del tiempo, muchos de ellos siguen en pie. Es el caso del Panteón de Agripa del siglo II a.C. Fue construido en tiempos del emperador Adriano sobre otro anterior del tiempo de Agripa que se había incendiado. La palabra panteón significa templo de todos los dioses. Era un templo consagrado a los principales dioses del Imperio Romano.
Es una obra magistral tanto de arquitectura como de ingeniería decorado lujosamente con mármoles.
Posee un simbolismo cósmico, la planta cuadrada representa la Tierra, el círculo representa el cielo. El óculus central es la entrada de luz, aire y lluvia de todo el edificio, mide 9 metros de diámetro. Representa el sol del día y la luna de la noche. Cambia la concepción clásica del templo como casa de la divinidad inaccesible, para ser un espacio para alojar al pueblo y aislarlo del mundo exterior.
Cada 21 de abril, el día que se celebra el nacimiento de Roma, los rayos de sol que entran por el óculus de la cubierta del Panteón al mediodía, inciden exactamente sobre la entrada. La luz cae justo en el pórtico, símbolo de que el emperador era invitado por el sol a entrar al edificio. La imagen habría sido vista por los romanos como la elevación de un emperador al reino de los dioses, una afirmación de su poder divino cuando entra al edificio. Allí realizaba audiencias, y también era lugar de culto.
Roma, la ciudad con la mayor concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo sigue deslumbrándonos.
