Dentro de la industria hotelera tenemos diversos empleados distribuidos en numerosos departamentos y áreas que forman parte de esta organización. Es de suma importancia que cada uno de esos empleados esté totalmente capacitado para ofrecer una cómoda y agradable estadía a cada uno de los huéspedes que elijan alojarse en las instalaciones de un hotel.
Toda organización tiene un objetivo que desea alcanzar, lo que buscan las empresas hoteleras es la fidelización del cliente, con el objetivo de que éste se vaya satisfecho del lugar y además regrese pronto. No solo eso, sino que también se tiene por objeto que todo visitante del hotel recomiende al mismo, y así lograr y asegurar más clientela. Dentro del objetivo general de esta organización, cada empleado cuenta con una meta individual que debe cumplir, la cuál es satisfacer al cliente y responder a sus necesidades.
Cada puesto requiere instrucciones, éstas deben ser detalladas y específicas para que el trabajador las capte de manera rápida y eficaz. Las tareas a realizar por parte de cada uno de ellos dependen del área en el que éstos se desempeñan. Los hoteles cuentan con manuales que determinan puntualmente las tareas de los distintos departamentos que forman parte de estas instalaciones, pero cada uno de ellos tienen una puesta en común que es realizar su trabajo de manera cordial, amable y respetando a todas las personas que se alojan en el establecimiento. Es fundamental que todos los que forman parte del hotel cumplan con su horario de trabajo, ya que por ejemplo, en el momento que se desocupa una habitación ésta debe estar en condiciones para los próximos huéspedes, los cuales por lo general llegan a las dos horas de que la habitación fue deshabitada.