13 diciembre, 2024

La Devaluación

 

La devaluación es la pérdida del valor nominal de una moneda corriente frente a otras monedas extranjeras. Esta devaluación de una moneda puede tener muchas causas, entre éstas la de una falta de demanda de la moneda local o una mayor demanda de la moneda extranjera. El proceso contrario a una devaluación se conoce como revaluación. En un sistema cambiario libre, es decir donde la intervención del banco central es nula o casi nula, la devaluación se conoce como depreciación. Las monedas de los países representan un valor, este valor está relacionado con la riqueza de un país. La moneda en sí no tiene un valor real, sino que es solo representativo.

 

Cuando se produce una devaluación monetaria, los principales efectos negativos son:

  • Aumento de la inflación.
  • Tarifazos de servicios públicos, ya que al devaluarse, las tarifas se ven atrasadas con respecto al costo real.
  • Erosión de los ahorros en moneda local y pérdida de salario real.

Los principales efectos positivos son:

  • Al devaluar la moneda nacional las exportaciones se vuelven más competitivas frente a las realizadas con moneda de mayor valor.
  • Puede aumentar el turismo internacional, ya que a los extranjeros de países donde su dinero vale más les resulta atractivo.
  • Puede mejorar el consumo interno de productos nacionales si se revisan al alza los salarios, ya que los productos importados suelen encarecerse.
  • Los efectos negativos producen un descontento social que pueden manifestarse en un costo político muy grande, como el Rodrigazo. Incluso, una Devaluación puede traer consecuencias económicas a gran escala, como el Efecto Tequila y el Efecto Vodka. Son estas consecuencias por las que la devaluación siempre se usa como último recurso.

 

El gobierno de Mauricio Macri dijo que el impacto de la medida estuvo bajo control y que no hubo histeria ni corridas bancarias. Añadió que, por eso, no fue necesaria la intervención del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Sin embargo, el monto de operaciones de cambio fue muy bajo: unos US$125 millones (la mitad que el último día con restricciones). Por eso, varios analistas económicos temen que el verdadero impacto del levantamiento del «cepo» cambiario se sienta en los próximos días.

Hay temores de una fuerte pérdida de valor de los salarios, además de que se dispare la ya alta inflación que sufre Argentina, todo lo cual podría conducir a conflictos sociales.

Se trata de una fuerte devaluación de la moneda argentina en tan un sólo día. Fuentes independientes calculan que el peso perdió aún más frente a la divisa estadounidense: un 40%.

 

Las seis devaluaciones que tuvo la Argentina.

 

  • La primera fue en octubre de 1958, cuando el flamante gobierno de Arturo Frondizi modificó la paridad cambiaria en 68,2 por ciento y la inflación se aceleró a 113,7 por ciento anual. Esta fue la primera vez en la historia argentina en que la suba de precios superó los dos dígitos. Esto generó una caída del 20,3% del salario real. La demanda de consumo se vio reducida y el PBI se contrajo 6,5% en 1959. La política de austeridad implementada, en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, provocó una depresión económica en 1959. Esto provocó que los salarios de los trabajadores disminuyeran, sumado a un proceso de inflación creciente, y que las huelgas se multiplicaran.

 

  • La segunda fue en abril de 1962 con el gobierno de José María Guido y el ministro de Economía, Federico Pinedo, que liberalizó el mercado cambiario y con fuertes devaluaciones mensuales el alza del tipo de cambio nominal fue de 64,5 por ciento en el año. En términos generales, los indicadores económicos muestran lo limitado de los resultados obtenidos: el producto bruto per cápita y el consumo decayeron a su nivel más bajo en los últimos diez años, la utilización de la capacidad manufacturera instalada decayó a menos del 55%, los precios y la tasa de desempleo aumentaron, hubo una importante reducción del gasto público y la recesión hizo que los recursos del Estado cayeran en una proporción mayor.

 

  • La siguiente fue en junio de 1975, cuando el ministro de Economía, Celestino Rodrigo, ajustó 99,3 por ciento el tipo de cambio nominal, junto a una liberación de precios y suba de tarifas, con congelamiento de salarios. En los meses siguientes se efectuaron repetidas devaluaciones, y al finalizar el primer trimestre de 1976 la suba acumulada respecto a junio de 1975 fue de 873,7 por ciento.

 

  • En 1981, el nuevo ministro de Economía, Lorenzo Sigaut, comenzó una sucesión de fuertes devaluaciones el 2 de abril hasta terminar el año con un aumento del tipo de cambio nominal de 225,8 por ciento. El modelo económico de Martínez de Hoz estaba mostrando sus peores consecuencias. La devaluación terminó con una contracción del -5,4%  y el desempleo pasó del 2,5% en el 1979-1980 a 4,8% en el año de   con un aumento del tipo de cambio nominal de 225,8 por ciento.  El modelo económico de Martínez de Hoz estaba mostrando sus peores consecuencias. La devaluación terminó con una contracción del -5,4%  y el desempleo pasó del 2,5% en el 1979-1980 a 4,8% en el año de la devaluación.
  • La quinta gran devaluación fue en febrero de 1989 cuando la paridad cambiaria subió 61,1 por ciento en relación con el mes anterior. Con la medida, el PBI se contrajo el -4,4%, los salarios cayeron un -14% y la pobreza escaló para situarse en el 40,5% de la población.

 

  • Por último, la de enero de 2002 con el estallido de la convertibilidad y posterior devaluación violenta: la paridad trepó de 1 a 3 pesos por dólar de diciembre de 2001 a marzo de 2002. En este caso la finalización de la convertibilidad generó una de las crisis políticas y económicas más importantes del país con una contracción inmediata del PBI y un aumento histórico del desempleo, que llegó al 21,5% en mayo del 2002.

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