25 abril, 2024

Dependiendo del punto de vista y de las experiencia personales y profesionales de cada uno podemos juzgar con mayor o menor subjetividad si la administración de una empresa que se dedica a la organización de eventos es buena o no. Desde la organización del catering, pasando por la elección del lugar hasta llegar al decorado y ambientación todos estos puntos, entre otros, son los que definirán la calidad del servicio prestado y por ende el éxito o fracaso de la misma. Podríamos afirmar que si, a lo largo del tiempo de vida de dicha empresa, los eventos son caracterizados por  tres pilares: el servicio, la calidad y dedicación acompañados por una alta rentabilidad y distribución de ingresos en pos del desarrollo e inversión en distintas áreas de negocio necesarias para sostener dichos pilares, estaríamos en presencia de una administración por lo menos aceptable.

En contra de la creencia popular que afirma que un evento bien organizado es aquel en el que todo sale “perfecto” podemos decir que no existe tal perfección, en todo evento contamos con imprevistos a los cuales nos tenemos que enfrentar y es ahí donde realmente se ve la capacidad de la empresa para brindar una solución rápida y eficaz. Un claro ejemplo seria si en medio de la organización el traslado del catering se retrasa por problemas técnicos en el transporte, el organizador a cargo resuelve el inconveniente haciendo cargo del traslado, contratando un transporte acorde para el traslado. A esto es a lo que nos referimos cuando hablamos de calidad de servicio. A esto debemos sumarle la sustentabilidad de la empresa, si bien se sabe que un buen servicio, en la mayoría de los casos, no va acompañado de bajos costos, allí está el secreto de la buena administración, si conseguimos darle valor agregado a nuestros servicios y aumentar la calidad de los productos ofrecidos con un costo menor, nuestro margen de ganancia será mayor. Este concepto no es nada nuevo ni tampoco es un secreto, la pregunta que todos nos hacemos es “como” realizar estas acciones, y ahí es donde nos encontramos nuevamente con la misma respuesta, depende de la capacidad de quien administra brindar las respuestas y métodos para llegar a estos objetivos.

Hoy en día la administración depende fuertemente de que tan rápida es la adaptación de cada empresa de eventos a la situación socioeconómica y cultural del país y que tan rápido capta las nuevas necesidades de sus clientes. Por ejemplo, si nos enfocamos en eventos empresariales, realizar uno en la actualidad es totalmente distinto a lo que hubiera sido hacerlo en hace 10 años, ya que la filosofía de las empresas va migrando a reuniones  y/o eventos cada vez más desestructurados, enfocados en la comodidad y preferencias de sus empleados más que en la formalidad y estructura organizacional.

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