Pese a los grandes obstáculos económicos que atravesaron, y siguen atravesando los países en el contexto mundial actual, en los últimos años, el Turismo se ha desarrollado fuertemente y se ha implantado como una de las actividades económicas más importantes de un país. Sin embargo, este fenómeno tuvo repercusiones e influyo también en otros aspectos, entre ellos, los procesos sociales, con esto hago referencia a la floreciente moda que consiste en la curiosidad e interés de las personas en descubrir nuevos lugares, nuevas culturas, que sin duda favorecen al intercambio social.
En Argentina esto proceso se puede visualizar de forma concreta dado que viajeros de todo el mundo volvieron a elegir decenas de puntos turísticos del país, atraídos por un tipo de cambio económico favorable, aunque más allá del aspecto económico, es necesario generar calidad en la oferta y en los servicios de hospitalidad en los destinos turísticos para generar competitividad.
Es así como la Industria de la Hotelería entra en juega y posee un rol muy importante en este proceso. Los viajeros no solo buscan visitar destinos que sean de interés, también desean disfrutar de la ESTADIA en el destino elegido. La calidad del producto y la calidad del servicio que brinde un Hotel va a influir, moldear y definir la experiencia que el turista tenga del destino visitado.
A lo largo de los años, la Industria de la Hotelería ha evolucionado respecto a la demanda de los diversos turistas y a las nuevas tendencias que ofrece el turismo de acuerdo al contexto social e histórico. En Argentina, se manifestó fuertemente a partir del momento en que la economía y el tipo de cambio favoreció al turismo internacional, y este proceso produjo que la exigencia sea cada vez mayor para satisfacer las necesidades de los viajeros que decidieron invertir su tiempo y su dinero en el país.