17 noviembre, 2024

Medicina laboral

 

Profesor: Fabián Arias

Sede: Avellaneda

Alumno: Tobias Lucas Espinosa

Carrera: Tecnicatura en seguridad e higiene

 

 

 

Inhalación de polvo seco de extintores (ABC)

El presente material pretende ser practico, concreto y que explique los riesgos y prevenciones que debemos tener al manipular un extintor si no sabemos hacerlo. Debemos destacar que la inhalación de este polvo se hace únicamente por el mal uso del extintor en un cuarto comprimido donde el aire sea ocupado por completo por las moléculas del polvo.

 

Los ingredientes que se emplean actualmente en los polvos secos no son tóxicos. Sin embargo, su descarga puede causar algunas dificultades temporales de la respiración durante e inmediatamente después de la descarga y puede interferir gravemente con la visibilidad.

Nunca debe aplicarse polvo químico seco a una quemadura o sofocar a una persona que se encuentre afectada por el fuego, ya que estos extintores están compuestos básicamente por bicarbonato (sodio – potasio). Una parte de ellos el C03 ion carbonato es una molécula que en medio acuoso, hidroliza hasta formar ácido carbónico. Este es un ácido débil pero al contacto con una piel dañada por efecto de quemaduras adiciona una quemadura química.

Los polvos secos se utilizan principalmente para extinguir fuegos de líquidos inflamables. Por ser eléctricamente no conductores, también pueden emplearse contra fuegos de líquidos en que también participen equipos eléctricos bajo tensión. Los extintores de polvo seco normal se han ensayado por parte de laboratorios de ensayos de equipos de incendio en estas circunstancias y han demostrado que son aptos para su empleo contra incendios de líquidos inflamables y fuegos eléctricos (Fuegos de Clase B y C).

Puesto que el polvo polivalente deja un residuo pegajoso al calentarse, no es recomendable para las industrias textiles y otros lugares donde la limpieza de los residuos pueda resultar dificultosa.
El polvo químico no produce una atmósfera inerte duradera sobre la superficie de líquido inflamable, por lo tanto, no resultará útil si existen fuentes de reignición como metales caliente o arcos eléctricos persistentes.

El polvo químico no se debe utilizar tampoco en instalaciones donde existen equipos eléctricos delicados o relés (ejemplo: centrales telefónicas y recintos de computadores), ya que las propiedades aislantes del polvo químico podrían dañar la operatividad de estos equipos. Después de la extinción, el polvo debe ser retirado de todas las superficies que no han sido dañadas, ya que éste es ligeramente corrosivo.

El polvo químico normal no extingue incendios de tipo profundo ni tampoco fuegos de materiales que desprenden su propio oxígeno. Así mismo, puede ser incompatible con la espuma mecánica a no ser que se haya fabricado para ser adecuadamente compatible.

Con objeto de asegurar un comportamiento positivo del polvo químico como agente extintor, se han llevado a cabo especificaciones a través de laboratorios de ensayos. Estas especificaciones se refieren al contenido de humedad, repelencia al agua, resistividad eléctrica, almacenamiento a elevadas temperaturas, capacidad de fluidez y poder abrasivo. Se han evaluado las características de descarga de los equipos que se utilizan con el polvo químico. La eficacia de la extinción queda determinada por el resultado de los ensayos realizados al aplicar las Normas bajo las condiciones recomendadas por los fabricantes.

Para nuestro bien no hay forma de intoxicarse por medio del polvo seco de los extintores, lo que puede causar por inhalación excedida por accidente es esto, las consecuencias de aspirar el polvo son: irritación nasal y de la garganta,como tos o malestar en el pecho. Las personas que tienen problemas de salud como asma pueden experimentar dificultad para respirar después de la exposición a los compuestos secos de los extintores.

Cabe destacar que por más que este no sea toxico, no debe mal utilizarse y tampoco inhalarse en forma de broma o graciosa, aunque no pueda matar a una persona, porque podría traer serios inconvenientes a la salud de la persona.