20 mayo, 2024

Introducción:

Aunque es raro sufrirlo, la probabilidad de sufrir la caída de un rayo en la vida es de 1 entre 12.000 y ser alcanzado por dos rayos es una probabilidad de 1 entre 9 millones. Asimismo, ser alcanzado por un rayo no implica necesariamente la muerte, de hecho hasta el 90% de ellas sobrevive. Ahora bien nos encontramos frente a una descarga eléctrica con una potencia energética de 300 kV que viaja a 300.000 km/h sobre la Tierra

 

Los primeros segundos tras la descarga atmosférica:

Tras sufrir la embestida de un rayo, una de las primeras consecuencias que se producen en los tres primeros milisegundos son las Figuras de Lichtenberg, un tipo de cicatrices muy llamativas que produce un rayo al atravesar el cuerpo humano, provocados por la ruptura de los tubos capilares que se encuentran debajo de la dermis. Tras salir del cuerpo humano, un rayo puede dejar consecuencias tales como heridas, quemaduras de hasta tercer grado y ropa chamuscada o incluso prendiendo fuego. Hablamos de unas temperaturas proximas a los 27000 grados, unas cinco veces más que la superficie del Sol.

 

Consecuencias posteriores al impacto

Existen casos mortales como un paro cardíaco, causa principal de muerte tras ser alcanzados por un rayo, convulsiones o un paro respiratorio. Incluso  a su vez un daño cerebral inmediato (como una parálisis corporal temporal o permanente) o incluso haber quedado en coma Sí bien el 90% de los individuos que sufren la caída de un rayo sobreviven, gran parte de ellos se enfrentan a dolencias neurológicas que se escapan a los conocimientos de la medicina actual. Existen diversas teorias, como el hecho de que la electricidad de un rayo altere el circuito eléctrico propio de las neuronas, pero no se sabe a ciencia cierta. Lo que sí se ha visto son cambios de personalidad, cambios de humor e incluso pérdidas de memoria; asimismo, existen casos similares al Parkinson o dolor crónico.

 

Medidas de prevención

Para poder prevenir esta fuerza de la naturaleza existen algunas precauciones que puedes tomar:

Retírate de todo lugar alto y refúgiate en zonas bajas no propensas a inundarse o recibir avenidas de agua.

Deshazte de todo material metálico que lleves contigo, incluyendo relojes, joyas, paraguas, palos de golf, herramientas, etc. Aléjate también de vallas, alambrados, tuberías, bicicletas, vías de tren, instalaciones eléctricas, etc.

Nunca te refugies bajo un árbol. Por su humedad y verticalidad aumentan la intensidad del campo eléctrico.

Aléjate de terrenos abiertos y despejados. En estas zonas una persona sobresale bastante del terreno y puede convertirse en un pararrayos.

Aíslate del suelo y evita el contacto con charcos o zonas mojadas. No se te ocurra bañarte en una piscina, el mar o un río o cualquier otra fuente de agua.

 

La química del relámpago

Existe una teoría científica que sostiene que el fenómeno es una reacción quimica producida por el metano, el cual es insoluble en agua y que se encuentra en los pantanos y yacimientos de petróleo; éste se eleva rápidamente por ser más liviano que el aire, ascendiendo sobre las nubes de vapor de agua formando cristales a partir de la mezcla del metano y el agua que se polariza espontáneamente ocasionando un gradiente de potencial eléctrico en las células de las capas altas de la nube; cuando éste supera el potencial dielectrico del aire, se genera la descarga visible en forma de rayos al interior de la misma.

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