27 julio, 2024

El agua es un recurso no renovable e indispensable para la vida, por lo que debemos cuidarlo y crear conciencia en la sociedad de su vital importancia.

En Argentina existen leyes para la protección del medio ambiente, algunas de ellas referidas al tema expuesto son:

La Ley 25.675 (denominada “Ley General del Ambiente”) establece los presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo sustentable.

La Ley 25.612 regula la gestión integral de residuos de origen industrial y de actividades de servicio, que sean generados en todo el territorio nacional, y sean derivados de procesos industriales o de actividades de servicios.

La Ley 25.670 sistematiza la gestión y eliminación de los PCBs (Bifenilos Policlorados, su fórmula empírica es C12H10-nCln, donde n puede variar entre 2 y 10), en todo el territorio de la Nación en los términos del art. 41 de la Constitución Nacional. Prohíbe la instalación de equipos que contengan PCBs y la importación y el ingreso al territorio nacional de PCB o equipos que contengan PCBs.

La Ley 25.688 establece el “Régimen de Gestión Ambiental de Aguas” consagra los presupuestos mínimos ambientales para la preservación de las aguas, su aprovechamiento y uso racional. Se crean los comités de cuencas hídricas para las cuencas interjurisdiccionales.

La contaminación del agua la podemos definir como la incorporación de agentes o materiales extraños a la misma perjudicando o alterando sus propiedades y en consecuencia no puede ser utilizada como tal.

Dentro de los principales contaminantes podemos encontrar a los desechos químicos industriales, basura, aguas residuales, residuos que consumen el oxígeno (como ser la descomposición de la materia orgánica), agentes patógenos (como ser bacterias, protozoarios, virus, parásitos provenientes de materia orgánica), productos químicos (como pesticidas, productos industriales, sustancias contenidas en los detergentes), petróleo por vertidos accidentales, minerales inorgánicos y compuestos químicos, sedimentos del suelo (cultivos, etc) arrastrados por tormentas, sustancias radioactivas producidas por las explotaciones mineras (refinado de Uranio y Torio para uso en centrales nucleares, uso médico o científico), el calor también es considerado cuando se vierte el agua usada para la refrigeración de las fábricas y las centrales energéticas, vertimiento de aguas negras o servidas (contienen excrementos, residuos industriales, detergentes, aceites, y demás sustancias toxicas para la flora y fauna). Otro contaminante no menos importante que hay que considerar es el ruido, que es producido por los barcos, pozos petroleros y las construcciones afectando a los animales que se comunican por ecolocación por ejemplo.

Es común encontrar metales pesados como mercurio, plomo, cadmio, arsénico, hierro, selenio y níquel en concentraciones muy altas y muy alejadas de los porcentuales internacionalmente aceptados.

En Argentina podemos encontrar al Río de la Plata, que es el río más contaminado de América y tercero a nivel mundial. Posee una longitud de 275 km y un ancho máximo de 230 km, con una superficie total de 38.800 km2 y un caudal de más de 22.000 m3/segundo.

En éste rio se arrojan 2 millones de metros3 de desechos cloacales y residuos industriales sin ningún tratamiento previo. Su agua está formada por un 50% de líquidos cloacales crudos.

Pese a su gran estado de contaminación, de él se extrae el agua que consumen 13 millones de personas. Esto representa un gran problema de salud Pública. Las enfermedades se pueden transmitir de dos formas:

  1. a) Directa. Por ingestión de agua contaminada, procedente de abastecimientos de grandes poblaciones o de pozos contaminados. En otros casos es por contacto cutáneo o mucoso (con fines recreativos, contacto ocupacional o incluso terapéutico) pudiendo originar infecciones locales en piel dañada o infecciones sistémicas en personas con problemas de inmunodepresión.
  2. b) Indirecta. El agua actúa como vehículo de infecciones, o bien puede transmitirse a través de alimentos contaminados por el riego de aguas residuales. Así mismo, los moluscos acumulan gran cantidad de polivirus y pueden ser ingeridos y afectar a los seres humanos. Finalmente, algunos insectos que se reproducen en el agua son transmisores de enfermedades como el paludismo o la fiebre amarilla.

Conclusión

Si bien existe legislación (como la citada anteriormente) para tratar los residuos que desechan las industrias en el agua, poco y nada se verifica su cumplimiento, por lo tanto falta la aplicación de sanciones severas para marcar el camino. Además para prevenir la contaminación hace falta, como complemento, generar conciencia desde otros lugares, como ser mediante la educación, ya sea desde las escuelas o a la población en general, para que desde sus casas eviten usar todos esos productos químicos (detergentes, limpiadores, etc) que terminan en los ríos, reemplazándolos por otras opciones naturales y ecológicas.

Contaminación del Riachuelo

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