25 abril, 2024

En este artículo voy analizar un caso de discriminación laboral:  Juan Manuel Ávila de 21 años, empleado de una conocida cadena de comida rápida tuvo que renunciar a su trabajo tras sufrir un presunto maltrato por parte del gerente del local y pasar por una situación de discriminación debido a su condición sexual, lo que le provocó nerviosismo y angustia. Su familia lo sabe y lo apoya, pero desde siempre sintió que su condición no era del agrado de su jefe, quien todo el tiempo lo hostigaba con diferentes asuntos en la cotidianeidad del trabajo y lo diferenciaba despectivamente del resto. Juan Manuel sostiene que su jefe siempre lo persiguió con su forma de vestir. No le gustaba que use la ropa entallada y asegura, al igual que sus compañeros, que sentía una permanente observación de su vida personal por parte del gerente quien revisaba los perfiles de sus empleados en las redes sociales.

La conducta del jefe de Juan Manuel puede ser analizada desde la perspectiva de los actos humanos, es decir, de aquellos actos que proceden de la voluntad deliberada del hombre. Son los que se realizan con conocimiento y libre voluntad y se originan con cualidades netamente humanas. Además son los que podemos catalogar como buenos o malos porque poseen características a las que podemos calificar mediante un juicio moral. En esta situación su jefe era consciente del daño que podía ocasionar. La moralidad de un acto se inicia en el interior de la conciencia del sujeto, en su decisión libre, donde entran en juego la inteligencia y la voluntad. Los actos producto de la voluntad del individuo guiado por su propia razón, originan la responsabilidad de una persona que debe dar cuenta de su acto.

En este caso el jefe es imputable porque se tomó la atribución de accionar contra su empleado dependiendo de si su acto era bueno o malo. Pudo deliberar poniéndose en juego el intelecto y pudiendo ponderar las razones a favor o en contra. Con la voluntad logró el objetivo que se había determinado pero sin contar con el consentimiento de su empleado para realizar este acto.

El supervisor en este caso es responsable por el daño que causó ya que era consciente que hostigando y descalificando a la persona que tenía a cargo generaría consecuencias. Sabemos que la conducta se encuentra regulada por normas; por un lado encontramos las normas morales, captadas de forma libre y consciente y que regulan a la sociedad y al individuo. También existen normas sociales, reglas de convivencia que regulan las relaciones de los individuos. Al ver esta situación los compañeros también van a rechazar socialmente la actitud de discriminación del gerente. Asimismo hay normas jurídicas que son las que regulan el comportamiento exterior del sujeto, en este caso el empleado damnificado puede hacer una denuncia y el gerente del local puede ser penado legalmente por discriminación en el ámbito laboral.

En su relato, Juan Manuel declara que previo a la renuncia habló con el gerente varias veces para plantearle como se sentía ante los pedidos sin sentido que le hacía acerca de su uniforme y sobre su condición sexual pero no se hacía responsable de su accionar, apelando a que solo seguía ordenes.

En conclusión, hay que pensar muy bien antes de actuar, y más aún cuando se tiene trabajadores a cargo. Una persona no va a tener menor capacidad laboral por su condición sexual, puede realizar su trabajo perfectamente. En este caso particular la empresa no estaría al tanto de las actitudes de este líder. Por otro lado poniéndome en lugar del empleado, haría la denuncia correspondiente al INADI y trataría de conservar mi trabajo hasta que la justicia tome cartas en el asunto. Existe una ley de discriminación (La ley 23.592)la cual hace referencia a los actos u omisiones discriminatorios por motivos tales como la raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición social o caracteres físicos. Es bastante difícil comprobar este tipo de discriminación, pero si se recurre a todas las leyes que respaldan a los trabajadores es posible.

 

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