29 marzo, 2024

Desempleo en la actualidad en Argentina

El desempleo es una realidad que siempre nos toca muy de cerca, puede ser un papá, una mamá, una tía nuestra o esta nosotros mismos, es una realidad que nos afecta en cadena a todos. El desempleo este año subió a 9,3% en el segundo trimestre. Por primera vez se conocen las cifras después de mucho tiempo de estar ciegos en estadísticas puntuales, es sumamente necesarios saber estas estadísticas para vivir y saber la realidad que nos rodea.

La tasa de desocupación creció al 9,3% en el segundo trimestre del año, según datos oficiales Las cifras más altas de desempleo corresponden a Gran Rosario (11,7%); Mar del Plata (11,6%); Gran Córdoba (11,5%); partidos del GBA (11,2%); Río Cuarto (10,5%).

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer el primer indicador sobre desocupación del actual gobierno, ya que el último dato oficial correspondía al tercer trimestre de 2015, cuando se ubicó en el 5,9% de la población económicamente activa.

En comparación con el año anterior el desempleo es de 2,7 puntos porcentuales desde el 6,6% del período abril-junio de 2015.

El último dato oficial correspondía al tercer trimestre del año anterior, registró un 5,9% de desocupación, según lo cual, el incremento es de 3,4 puntos porcentuales respecto del dato actual.

Los datos laborales del último trimestre del año pasado fueron suspendidos en diciembre de 2015 ya que se informó la emergencia estadística.

Aun así, sin saber datos estadísticos exactos de nuestra población Argentina se encuentra con el desempleo joven más alto de la región

Dos de cada diez no consiguen trabajo. Surge de un estudio de la ONU entre chicos de 15 a 24 años. Afirman que uno de los principales problemas abordados es que la escuela no los capacita bien para lo que pide el mercado laboral.

Esta edad es la indicada para que encuentren su lugar , pero no encuentran las oportunidades: ya que casi uno de cada 5 jóvenes no consigue trabajo (19,4%).

Argentina tiene la tasa de desempleo juvenil más alta de América Latina, seguida de Uruguay (19,2) y Colombia (19,1), y por encima del promedio regional (13,7).

Entre los factores que perjudican son; la brecha que existe entre el mundo laboral y la secundaria, y la poca demanda laboral que existe.

En Argentina los jóvenes (de 15 a 29) triplican la tasa de desempleo de los adultos (de 30 a 64): un estudio de CIPPEC indica que esa brecha se amplió en los últimos 10 años. Además, se ven más afectados por la precariedad laboral, y son los más vulnerables a perder el empleo en contextos de crisis.

El índice de desempleo juvenil del PNUD incluye a los chicos de 15 años, aunque el trabajo a esa edad está prohibido en Argentina (la edad mínima es 16). “La franja más crítica es la de 19 a 24, porque antes de los 18 no es deseable que los jóvenes se incorporen al mercado laboral”, plantea Ana Miranda, investigadora de Flacso y Conicet.

Un estudio dice que para los chicos de clase media, a partir de los 25 y 30 años, cuando consiguen un empleo estable. Si esa persona en ese lapso no se encuentra estudiando es mucho tiempo para estar fuera del mundo laboral.

En cambio en sectores más precarios los chicos ingresan más temprano al mercado (incluso antes de los 18), pero en condiciones de precariedad.

Muchas veces la responsabilidad es del sistema y no de los chicos, algunos sectores interpretan que la educación no debe formar para el trabajo porque eso significaría una “mercantilización” del sistema educativo. Pero la realidad es que al salir del secundario muchos chicos se encuentran con la realidad de que tienen que salir a trabajar, y no se encuentran con las herramientas para insertarse.

El mercado laboral cambia tan rápido que es difícil pensar una relación directa entre sistema educativo y mercado de trabajo.

Otro factor importante es que antes, años atrás sin necesidad de un título podías adquirir empleo, hoy es plenamente necesario tener un título, y que le mismo no te asegura estar dentro del mercado laboral sino que es una herramienta más para competir por un puesto.

Las dificultades de inserción laboral y la falta de oportunidades son un factor clave para explicar el aumento de los “ninis” (jóvenes que no estudian ni trabajan, ni buscan trabajo) en los últimos 20 años. Además, el alto desempleo multiplica las probabilidades de que los jóvenes caigan en la pobreza. Según las cifras del ODSA, la tasa de pobreza general es 32,7%, pero los jóvenes (de 18 a 25 años) se ven más afectados: casi 4 de cada 10 (38,5%) son pobres.foto-2 foto-1

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