29 marzo, 2024

La ALADI se formó con el propósito de:

>> Reducir y eliminar gradualmente las trabas al comercio recíproco de sus países miembros;

>> Impulsar el desarrollo de vínculos de solidaridad y cooperación entre los pueblos latinoamericanos;

>> Promover el desarrollo económico y social de la región en forma armónica y equilibrada a fin de asegurar un mejor nivel de vida para sus pueblos;

>> Renovar el proceso de integración latinoamericano, y establecer mecanismos aplicables a la realidad regional;

>> Crear un área de preferencias económicas teniendo como objetivo final el establecimiento de un mercado común latinoamericano

Este artículo analiza la importancia del mercado ALADI para las exportaciones argentinas tanto desde un punto de vista cuantitativo como cualitativo. A pesar de las crisis que atravesaron los países de la región, en las dos últimas décadas la ALADI adquirió una participación creciente en el comercio global argentino. Por otra parte, la región alcanzó una especial relevancia para la diversificación de las ventas externas y la especialización exportadora de la Argentina, principalmente de manufacturas industriales, con la participación de un número significativo de empresas.
El análisis de los cambios en los flujos de comercio a partir de distintos escenarios de liberalización arancelaria de los países de la región muestra diferentes resultados que van desde aumentos importantes en términos relativos en las exportaciones argentinas a México a pérdida de participación en el mercado brasileño en escenarios de apertura multilateral del socio del MERCOSUR. Por otro lado, se destaca la poca sensibilidad de las ventas argentinas a Perú, que mantienen su participación en las importaciones totales peruanas aún en un escenario de eliminación total de aranceles. Los casos de Colombia y Venezuela muestran que Argentina gana participación en las compras de los socios en escenarios de liberalización intra-ALADI pero la pierde en escenarios multilaterales.

En los últimos veinte años el valor comerciado por la Argentina con los países de la ALADI se multiplicó por diez, superando la evolución que tuvo el intercambio de nuestro país con el resto del mundo y aumentando por tanto la importancia de la región en el comercio exterior argentino. Más allá de su dinamismo, tal evolución no estuvo exenta de vaivenes, fundamentalmente como consecuencia de la inestabilidad macroeconómica en la región que produjo desvíos importantes en la trayectoria del comercio de Argentina con sus socios de ALADI, algo que se notó especialmente desde fines de la década del noventa hasta principios de la actual.

Es así como las exportaciones a la región ALADI crecieron ininterrumpidamente entre 1986 y 1997, duplicando la participación en las ventas totales de la Argentina, al pasar del 25% al 50%. Desde allí, luego de varios años de estancamiento, los valores exportados se dinamizaron recién en 2004 pero, en definitiva, la participación de la región no recuperó los niveles de fines de la década del noventa, alcanzando 38% en 2007. La evolución de las importaciones argentinas también estuvo marcada por la inestabilidad, especialmente a fines de los noventa y comienzos de la década actual cuando la crisis macroeconómica produjo una retracción de las compras desde todos los orígenes. Las compras desde la ALADI se recuperaron y crecieron aceleradamente a partir de 2004, con lo cual la participación en las compras argentinas alcanzó 42% en 2007, esto es 10 puntos porcentuales por arriba de los niveles históricos.

Del lado de las exportaciones argentinas, las ventas al MERCOSUR, que habían crecido aceleradamente a comienzos de los noventa, sufren una retracción significativa a partir de 1998, recuperando su nivel recién en 2006. Es así como la participación del MERCOSUR en las ventas totales argentinas a la ALADI, que había alcanzado 73% en 1997 se redujo a 61% en 2007. Esta evolución contrasta con un crecimiento prácticamente ininterrumpido en las ventas a Resto de la ALADI en los últimos veinte años (la única excepción importante es 1999 y aún así se observó una rápida recuperación). Por su parte, la evolución del lado de las compras a ambas subregiones refleja la crisis por la que atravesó la Argentina, mostrando una fuerte contracción a fines de los noventa y recuperándose recién a partir de 2004. De todos modos, las importaciones desde el MERCOSUR fueron más dinámicas y la participación del bloque alcanzó un máximo en 2003 con el 89% del total importado desde ALADI, bajando al 86% en 2007, pero aún por encima de los niveles históricos.Finalmente, mientras el saldo bilateral con el MERCOSUR se muestra oscilante a lo largo de la serie, con un resultado negativo para la Argentina a partir de 2004, la relación comercial con el resto de la ALADI muestra dos décadas de superávit, que se amplió de manera continua desde 2000 y alcanzó un nuevo récord en 2006, descendiendo levemente en 2007.

En las últimas dos décadas se observó una creciente importancia del comercio argentino con los países de la región ALADI, superando la evolución que tuvo el intercambio con el resto del mundo. La importancia de la región también se aprecia cuando se analiza el comercio sectorial, dado que se trata de un mercado muy significativo para muchas manufacturas industriales que juega un rol importante para la diversificación de las ventas argentinas al exterior,  donde participan una gran cantidad de empresas y donde se observan altos niveles de comercio intraindustrial con algunos de los países. Al mismo tiempo, existe una alta dependencia en la región ALADI, en el sentido que una gran cantidad de productos y empresas dependen en un alto grado del mercado regional, en algunos casos con un importante nivel de concentración en uno sólo de los países de la región. Esto es percibido algunas veces como un factor de vulnerabilidad, dada la inestabilidad histórica en las economías latinoamericanas o frente a la posibilidad de que las preferencias arancelarias con que cuentan los productos argentinos se pierdan por el avance de acuerdos de liberalización comercial, especialmente con países de fuera de la región, o por desgravaciones acordadas a nivel multilateral.

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