24 abril, 2024

El movimiento de #NiUnaMenos exploto en estos últimos dos años pese al crecimiento de violencia de género y tantos femicidios ocurridos en este período, pero empezó todo mucho más allá por el año 1995 gracias a una frase “ni una menos, ni una muerta más” mencionada en uno de los poemas de la poeta mexicana Susana Chávez Castillo, que aparte de poeta fue una mujer que denunciaba los maltratos que sufrían otras mujeres y luchaba contra la violencia de género pero todos ya sabemos que el mundo gobernado por una sociedad machista, todavía no estaba preparado para dar el brazo a torcer y dar el lugar de igualdad y respeto a la mujer. Algunos dicen que esto ocurría por la falta de ética y moral de aquel entonces, pero podemos permitirnos disentir y decir que realmente lo que sucedía en ese entonces no era un carencia total de estos valores sino que los mismo fueron evolucionando al igual que el hombre en el transcurso de los años, finalmente Susana en 2011 fue asesinada a causa de las denuncias que ella realizaba para defender a aquellas mujeres que eran víctimas de violencia. Este fue solo el principio de un movimiento que se impondría con más fuerza al trascurrir de los años y hoy por hoy son miles y miles la mujeres en diferentes ciudades y repúblicas que se unen en una sola voz #NiUnaMenos.

¿Cómo hacemos para inculcar los valores a aquel que creció sin ellos? Esta más que claro que el cambio primeramente debe ser interno, a nivel individual y a nivel sociedad, no se puede pretender un resultado distinto, si siempre actuamos de la misma manera. Las marchas que se hicieron al respecto con el fin de concientizar (una palabra muy utilizada en la campaña) no son suficientes si las leyes no se apegan a esta suplica. Vivimos bajo leyes que son fáciles de romper para aquellos carentes de valores éticos y morales, hablando de este tema en particular, las estadísticas nos dice que muere una mujer cada 30 horas por femicidio en el país y en un 70% de los casos las victimas abrían denunciado con anterioridad y reiteradas veces antes que el agresor atentara contra su vida, pero lastimosamente quedaron desprotegidas por parte de la justicia y a consecuencia de esto en muchos casos termina con la vida de la persona. La ONG “La Casa del Encuentro”  informó  que en el 2014 se registraron 277 muertes  de mujeres y niñas por violencia de género y otras 29 “vinculadas” de hombres y niños. Desde 2008 suman 1.808 las mujeres asesinadas en el país.

El miércoles 19 de octubre llamado “miércoles negro” fue la última marcha que se realizó, frente a la casa rosada donde hombres y mujeres se reunieron por la causa, fue una marcha multitudinaria con una particularidad en la vestimenta, donde todas las mujeres debieron vestir de color negro, en representación de luto con respecto a las fallecidas, las personas se presentaban con carteles escritos que por ejemplo decían “no quiero ser valiente al regresar a casa, sino libre”, también se organizó un paro de mujeres de 13:00 a 14:00 horas, donde las mismas deberían suspender sus actividades para unirse a la causa, esto trajo mucha conmoción tanto así que hasta diputadas y famosas fueron participes de dicha marcha.

La gota que derramó el vaso fue el caso de Lucia Pérez, una joven santafecina de 16 años que fue drogada y víctima de una violación brutal, el abuso sexual que padeció esta joven fue de forma tan violenta y dolorosa que terminó ocasionándole la muerte. Son personas como los violadores de Lucia los que no queremos que nos rodeen, son aquellos a los que no le importa el daño que ocasionan, su interés pasa por satisfacer la necesidad de cumplir con conforme a lo que su deseo impulsado muchas veces por el odio le demande, son personas así las que nos imponen el miedo, las que nos quita la libertad y en muchos casos el derecho a la vida. Lastimosamente hemos llegado al punto donde uno ya no decide del todo por su vida, sino que hay otros que deciden lo que va ser de nosotros y en muchos casos sin que sepamos si al salir a trabajar o a estudiar regresaremos sanos y salvo a nuestros hogares. Igualmente somos muchos lo que pensamos que llegar hasta acá no fue en vano, que no es un acto ni un detalle menor las marchas realizadas, ya que este es el paso más importante para llegar a donde queremos a nivel sociedad, donde la valentía y la concientización fueron las primeras armas tomadas para dar pelea a ésta lucha por hacer valer nuestros derechos y no debemos olvidarnos que siempre para triunfar nuestro accionar tiene que estar acompañado y basados en nuestros valores éticos y morales  para que podamos dar verdaderamente un  fin a esta forma de vivir.

Si no tenemos el apoyo de aquellos que tienen el poder de cambiar la leyes para que se apeguen un poco más al sentido común y nos acompañen, no podremos salir de este pozo en donde todos estamos metidos, porque sabemos que es un tema que de alguna u otra forma nos afecta a todos, tanto a hombres y mujeres, como a niños y adolescentes, porque la violencia no hace acepción de persona ni diferencia de clases sociales, cualquiera puede ser víctima de violencia tanto psicológica como física.

Digamos todos juntos no a la violencia, no al maltrato, no a la ignorancia, no demos lugar al miedo. #NiUnaMenos.

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