20 abril, 2024

Curtiembres en la Cuenca Matanza-Riachuelo

El desarrollo y crecimiento del sector industrial de la curtiembre en un país con grandes extensiones ganaderas como la Argentina es de gran importancia. Sin embargo este desarrollo y crecimiento debe conseguirse de manera sustentable, considerando no sólo los aspectos económicos sino también los sociales y ambientales.

La contaminación de la Cuenca Matanza-Riachuelo está históricamente relacionada con desarrollo industrial del territorio metropolitano de Buenos Aires. El río principal de esta cuenca, el Matanza-Riachuelo, recorre 80 kilómetros y atraviesa 14 municipios y parte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desde su nacimiento en el municipio de Cañuelas hasta su desembocadura en el Río de la Plata.

La contaminación de las curtiembres en el proceso del curtido es necesaria alrededor de 500 kilos de productos químicos para el procesamiento de una tonelada de cuero crudo; se estima que un 85% no se incorporan en el cuero acabado

Es posible identificar los principales impactos ambientales del proceso de producción del curtido de cueros centrado en:

La utilización del metal pesado cromo (III) con la posible oxidación a cromo (VI).

El cromo y sus formas son difícilmente biodegradables, por lo cual son una carga para el ambiente debido a su persistencia, acumulación en el tiempo y efectos impredecibles sobre la vida acuática.

La Hispano Argentina – Curtiembre y Charolería, cuya planta central está ubicada en el barrio de Mataderos, Ciudad de Buenos Aires, es una de las empresas líderes del sector, formando parte de las principales curtiembres exportadoras argentinas, con gran presencia en los mercados internacionales. En la empresa ingresan miles de cueros por día, los que salen en condiciones para ser exportados y utilizados para tapizar muebles e interiores de automóviles. Cada uno de estos 8000 cueros diarios promedio, requiere para su curtido de diversos aditivos; entre ellos, los que más se destacan son: cromo, cadmio, ácido sulfúrico, zinc. Además, como toda industria, utilizan agua en diversas etapas del proceso, llegando a un consumo de 1000lts por cuero, es decir que toman un promedio de 8 millones de litros de agua de las napas por día.

Factores de Riesgo

Condiciones de seguridad. Sus procesos con llevan a riesgos de infecciones, golpes y caídas y riesgos por productos químicos.

Prevención primaria

Evaluación del riesgo.

Sustitución y eliminación del riesgo.

Controles de ingeniería.

Monitoreo ambiental.

Uso del Equipo de Protección Personal (EPP).

Exámenes Médicos Preventivos

Medidas de prevención

Capacitación

Rotulación y segregación de fraccionados según compatibilidades

Uso de EPP

Lectura de la hoja de seguridad antes de su utilización.

Antonio Jorge Migues cumplió funciones laborales a partir del 30 de marzo de 2001 hasta el 20 de enero 2014, en el sector de curtido y descarga de cueros.

Migues contó que se hizo los exámenes pre ocupacionales correspondiente, también objeto que el establecimiento presentaba muchas deficiencias, en cuando a las medidas de seguridad.

Reconoció que en caso de accidentes “la única capacitación que nos dieron era la de evacuar la zona sin tocar a los heridos, esperar la llegada de los bomberos, pero hasta el momento del accidente no había brigada de seguridad”.

Tampoco  existía una buena prevención de incendios, y la inutilidad de las duchas de emergencia y lava ojos en sectores con riesgo de salpicaduras con “sustancias agresivas “no contaban con agua. Nunca vino una inspección de la Aseguradora de Riesgo de Trabajo( ART). A los inspectores los llevaban a donde ellos querían; la brigada nunca tuvo participación”.

En cuanto a la identificación de los depósitos que contenían residuos peligrosos, Migues informa que “los tanques sí tenían, pero las cañerías no. Había pinturas de distintos colores pero no tenía ningún tipo de identificación, a qué correspondía cada una, además no había carteles que indicaran que eran elementos peligrosos”.

Migues comenzó a padecer una reacción alérgica que se le extendió al 80% del cuerpo. Ante ese cuadro, y sin contar con antecedentes al respecto, recurrió al médico. El profesional le diagnosticó “dermatitis pruriginosa de características urticarianas”.

Su paso por la empresa terminó en una dermatitis crónica por contacto con cromo, y una discapacidad permanente del 27%

Por considerar que la enfermedad era atribuible a su trabajo en la curtiembre, Migues realizó la correspondiente denuncia ante Provincia  Aseguradora de Riesgo de Trabajo, entidad que rechazó el reclamo. Ante la inacción empresarial y de su aseguradora, se realizó estudios y tratamientos. La institución de salud certificó, el cuadro diagnosticado en primera instancia, Como parte de los estudios, se recurrieron a parches que dieron “intensamente positivos al cromo y al cobalto”, coincidiendo con su trabajo de curtido.  Efectuó una denuncia en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. El diagnóstico obtenido fue el mismo: dermatitis por sensibilización por cromo. Sin embargo, la aseguradora apeló la resolución y el expediente fue remitido a la Comisión Médica Central de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo.

El 19 de abril de 2015, un plenario de la mencionada Comisión determinó que Migues padecía “dermatitis crónica por hipersensibilidad al cromo, de origen laboral, lo cual implica una enfermedad profesional  previsto en el artículo 6º, inciso 2, de la Ley Nº 24.557 (Decreto 658/96) que le produce una incapacidad permanente, parcial y definitiva del 27%, atribuible a su trabajo en la empresa La Hispano Argentina – Curtiembre y Charolería”.

Conclusiones

Las nuevas evidencias de contaminación de la industria del curtido de cueros en la Cuenca Matanza-Riachuelo dejan al descubierto la falta de estrictos controles industriales y la necesidad imperiosa de que se implementen procesos de re conversión industrial para todo el sector. Deben contemplarse rigurosamente las sustancias químicas peligrosas prioritarias a ser eliminadas, con el objetivo de llevar a cero los vertidos contaminantes para el año 2020 con metas intermedias de reducción de la contaminación y plazos concretos de cese de vertidos tóxicos. Las sustancias peligrosas evidenciadas en los vertidos de las curtiembres demuestran los graves impactos sobre el ambiente y la salud de la población, identificado como el sector más contaminante de la Cuenca Matanza Riachuelo.

 

 

 

 

 

 

 

 

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