19 diciembre, 2024

Georg Simon Ohm, nació el 16 de marzo de 1789, oriundo de Erlangen, Alemania. Con la ayuda de su padre y de su madre logró en 1803 asistir a la Universidad de Erlangen, donde rápidamente se ganó el respeto y la admiración de los profesores. Pero tuvo varios problemas para continuar, así que en 1805 dejó la Universidad. Por ese motivo sus padres lo enviaron a Suiza, continuó estudiando física y simultáneamente asumió el cargo de profesor en una escuela de Gottstadt Bei Nydan. Aburrido en esta pequeña población decidió retornar en 1811 a la Universidad de Erlangen. Luego de gran dedicación logró obtener el título de físico. Fue profesor de matemáticas y física en una modesta escuela de Bamberg.

Por muchos años su labor no fue valorada, sus estudios se centraron en la electricidad, como resultado de sus investigaciones, en 1827 Georg Simon Ohm descubrió una de las leyes fundamentales de la corriente eléctrica, que hoy conocemos como «Ley de Ohm», que rige la conducción de la electricidad y que se cumple en todos los circuitos de las instalaciones modernas, tanto domésticas como en la conducción de la luz en los cables de alta tensión. Actualmente esta ley tiene gran relevancia porque evidencia la relación que existe entre el flujo o intensidad de la corriente (I) en ampere (A) que circula por un circuito eléctrico cerrado.

La unidad que se utiliza para medir la resistencia eléctrica tiene un nombre en su honor «EL OHMIO».

Ohm descubrió que la cantidad de corriente que pasa por un circuito es directamente proporcional al voltaje aplicado e inversamente proporcional a la resistencia del circuito.

Esta relación entre el voltaje, la corriente y la resistencia se conoce como «LEY DE OHM»

La relación entre las medidas en que se miden estas cantidades es:

1 AMPERE = 1 VOLT/OHM

     Por lo tanto, dada una resistencia constante, la corriente y el voltaje de un circuito son proporcionales.

     La importancia de esta ley reside en que con ella se resuelven numerosos problemas eléctricos no solo de la física y de la industria sino también de la vida diaria como son los consumos o las pérdidas en las instalaciones eléctricas de las empresas y de los hogares. También introduce una nueva forma para obtener la potencia eléctrica (cantidad de energía eléctrica entregada o absorbida por un elemento en un momento determinado), y para calcular la energía eléctrica utilizada en cualquier suministro eléctrico desde las centrales eléctricas a los consumidores.

     Sufrió durante mucho tiempo la ignorancia de los medios científicos europeos para aceptar sus ideas pero finalmente la Real Sociedad de Londres lo premió con la Medalla Copley en 1841 y la Universidad de Múnich le otorgó la cátedra de Física en 1849 donde dió clases de física experimental hasta el final de su vida.

Falleció en la ciudad de Múnich el 6 de julio de 1854.