22 noviembre, 2024

Es un efecto óptico que se produce al iluminar mediante destellos, un objeto que se mueve de forma rápida y periódica. Este es el efecto visual a través del cual, nos parece ver un cuerpo que gira como detenido, cuando lo iluminamos con una  luz rápida  y que se apaga y enciende a la misma velocidad de giro del cuerpo.

Cuando la frecuencia de los destellos se aproxima a la frecuencia de paso del objeto ante el observador, éste lo verá moverse lentamente, hacia adelante o hacia atrás según la frecuencia de los destellos sea, respectivamente, inferior o superior a la del objeto. Los destellos de iluminación son producidos normalmente mediante una lámpara fluorescente.

Es fácil comprender porque se produce este efecto, ya que si existe un sincronismo perfecto entre el momento en el cual el cuerpo en rotación se ilumina por un instante, y este instante coincide con la misma posición angular de la rotación, siempre se verá la misma zona del cuerpo ubicada en el mismo lugar. El resto del movimiento angular no se percibe porque está a oscuras. Cuando la sincronización entre el instante en que se enciende la luz y la velocidad de rotación del cuerpo no es exacta, lo que se aprecia es un lento giro del cuerpo en una u otra dirección en dependencia de si la luz se adelanta o atrasa en sincronismo.

Cuando usamos en el hogar lámparas fluorescentes, que se encienden y apagan de manera casi instantánea al mismo ritmo de la frecuencia de la corriente de la línea, en muchas ocasiones se observa el efecto estroboscópico en las aspas de un ventilador, o en las paletas de una mezcladora, cuando estas giran a velocidades próximas a la frecuencia de la línea, nos parece verlas como si giraran lentamente.

Nuestra visión tiene la capacidad de interpretar el entorno gracias a los rayos de luz que alcanzan el ojo. La visión o sentido de la vista es una de las principales capacidades sensoriales del hombre y de muchos animales.

El ojo es la puerta de entrada por la que ingresan los estímulos luminosos que se transforman en impulsos eléctricos. El nervio óptico transmite los impulsos eléctricos generados en la retina al cerebro, donde son procesados en la corteza visual. En el cerebro tiene lugar el complicado proceso de la percepción visual gracias al cual es capaz de percibir la forma de los objetos, identificar distancias y detectar los colores y el movimiento.

Los efectos estroboscópicos se deben a causas fisiológicas. En efecto, el ojo humano es tan lento de reflejos que no puede distinguir entre sí dos impulsos luminosos que se hayan sucedido en un corto intervalo de tiempo (de menos de 1/10 s), y por lo tanto al recibir una serie de ellos a un ritmo de sucesión que sea rápido, los percibe superpuestos como si formaran parte de un movimiento continuado (principio en que se fundan el cine y la televisión.

 

En un sentido más preciso, los efectos estroboscópicos tienen lugar siempre que se superpongan dos sucesos periódicos cuyos desarrollos sean sincrónicos o sólo estén ligeramente desfasados.

Los efectos estroboscópicos se pueden observar cuando se pasa una película, siempre que la frecuencia a que se suceden las imágenes coincide con la velocidad de rotación de una rueda de radios o de la cadena de un vehículo que aparezcan en la escena; en este caso parece que la rueda o la cadena giren al revés, a pesar de que el vehículo se mueve hacia delante.

El efecto estroboscópico se aplica en los estroboscopios giratorios que se emplean como dibujos animados. Al mismo tiempo en una película de cine, las distintas fases de desarrollo de un suceso están ilustradas en una banda de papel, y las imágenes correspondientes se proyectan a través de las rendijas del tambor giratorio o en los cuadernos de dibujos animados, pasando rápidamente las páginas del bloc a un ritmo tal que provocan la impresión de que la imagen se halla en movimiento.

En la técnica, el estroboscopio se emplea para controlar velocidades de rotación (por ejemplo, de los ejes de las máquinas) y también para reproducir sucesos periódicos de modo que nuestros ojos los perciban como si se desarrollaran a un ritmo más lento que el real.

El efecto estroboscópico es un riesgo que existe en las máquinas con elementos en movimiento. Si se utilizan lámparas tubulares con reactancias convencionales, al trabajar éstas a frecuencias de 50-60 Hz, puede darse el caso de que el elemento gire a una velocidad similar. Esto va a hacer que, al ojo humano, el elemento esté parado.

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