A la salida de la crisis, a medida que el emprendimiento comienza a crecer o la empresa planea expandirse, se plantea el dilema de incorporar más empleados o subcontratación las tareas.
Como en todo, hay argumentos a favor y en contra de ambas opciones. Lebendiker reconoce que sumar personal “permite apropiarse de conocimientos y de procesos de aprendizaje, sobre todo si se trata de actividades calificadas”. Pero advierte que la integración “requiere una escala de mercado capaz de absorber los costos fijos que demanda siempre esta estrategia”.
Subcontratar, en cambio, alivia los costos de estructura pero puede dejar a la empresa en una posición más vulnerable a la hora de responder frente a las demandas del cliente. “lo ideal sería sostener una masa crítica de empleados calificados que le den viabilidad estrategia al emprendimiento y encarar la tercerización de procesos y servicios que los complementen”, sugiere el consultor. Además, observa que es importante considerar la decisión de incorporar nuevos empleados “a partir de una proyección de más largo plazo, ya que, en el caso de que haya que reducir el plantel, los costos de indemnización son muy elevados”.
Penna ofrece, por su parte, una fórmula para enfrentar esta disyuntiva: “si el empresario piensa que tiene que tomar dos empleados nuevos, es mejor que empiece por uno solo. Y que espere a que ese nuevo empleado se consolide, gane experiencia y, recién después de un tiempo, considere nuevamente si necesita al segundo. Si cree que lo necesita, empiece por emplearlo solo con una modalidad de medio tiempo”