24 noviembre, 2024

Ortega y Gasset en la primera parte de su libro “La rebelión de las masas”, aborda el tema de las “aglomeraciones”.

Según el autor en la década del 20 surge en Europa un nuevo fenómeno social: la presencia de las masas. Esto quiere decir que se hace visible la muchedumbre y se convierte en una categoría social.

Define a la sociedad como una combinación de la mayoría y la minoría; una mayoría a la que también llama masa o muchedumbre compuesta por personas no cualificadas y que no se valoran a si mismas, que se pierden en el conjunto y que se van mimetizando entre sí;  y una minoría integrada por individuos bien cualificados y que poseen poder económico.

 

Ortega y Gasset sostiene que las masas gozan de los placeres inventados por las minorías: pasaron del descubrimiento  en  el siglo XVIII que todos los individuos son seres humanos, por el simple hecho de nacer, pasando por un  siglo XIX cuando al ver que las masas no hacían uso de ese privilegio que otorgan los derechos, nace la noción de pueblo soberano (las masas sabían que eran las poseedoras de la soberanía, pero no lo creían) hasta que el siglo XX, donde se cree en la soberanía de individuo no cualificado, del individuo humano genérico.

 

Esta visualizacion de las masas, lo podemos ver en la Argentina de la década del 40 con la mayor afluencia de las clases medias y populares a actividades recreacionales, entre las que se encuentra el turismo social.

 

El turismo social se define como  la participación en el campo turístico de grupos de bajos recursos, predominando la idea de servicio y no de lo lucro.

 

Bajo el primer gobierno peronista, con las vacaciones pagas aseguradas, gran cantidad de argentinos de todas las clases sociales comenzaron  a descubrir un país muy poco conocido hasta el momento, principalmente en los centros turísticos de Mar del Plata, Córdoba y Bariloche.

 

Durante esta etapa también fueron de gran importancia para incentivar el turismo:  la  concentración de  las actividades de turismo social en Parques nacionales, con la transferencia de los hoteles al Estado Nacional, el crecimiento en importancia el rol de los sindicatos en servicios turísticos y el surgimiento de una gran cantidad de colonias de vacaciones.

 

 

 

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