23 noviembre, 2024

Las actividades industriales de carácter económico se agrupan en tres grandes sectores:

  • Sector primario: Dedicado a la obtención de productos y materias primas directamente de la naturaleza (agricultura, minería, caza y pesca).
  • Sector secundario: En el que se transforman las materias primas en productos elaborados; engloba los sectores industrial, energético y de construcción.
  • Sector terciario: No se produce bienes sino servicios. Se denomina, también, sector servicios.

La industria química se engloba en el sector secundario. La misma se ocupa de dos labores fundamentales:

  1. La extracción y procesamiento de las materias primas tanto naturales como sintéticas.
  2. La transformación de estas materias primas en otras sustancias con características diferentes de las que tenían originalmente.

El objetivo principal de esta industria es satisfacer las necesidades de las personas mejorando su calidad de vida, elaborando un producto de buena calidad con el costo más bajo posible y tratando de ocasionar el menor daño posible al medio ambiente.

Una de las sustancias químicas más utilizadas en las industrias es una perteneciente a la clasificación de hidruros no metálicos, hablamos del Acido Clorhídrico. Recibe este nombre cuando se encuentra disuelto en agua, siendo también conocido como salfumán.

  • En su estado puro se lo conoce como cloruro de hidrógeno.
  • A temperatura ambiente es un gas con una leve tonalidad amarillenta, más denso que el aire, corrosivo, no inflamable y de olor irritante.
  • Al exponerse a la atmósfera forma un denso vapor blanco, también corrosivo. Aparece de forma natural entre los gases emitidos por volcanes.

Entre sus aplicaciones, hay que destacar su uso industrial para limpiar, tratar y galvanizar metales, curtir cueros, y en la refinación y manufactura de una amplia variedad de productos.
Puede obtenerse por adición de ácido sulfúrico a la sal común (NaCl), pero industrialmente se produce a partir de reacciones orgánicas de cloración de compuestos del carbono con cloro elemental. Otro método de producción a gran escala es por electrólisis de disoluciones de sal común, produciendo cloro, hidróxido de sodio e hidrógeno. El gas cloro así obtenido puede ser combinado con el gas hidrógeno, formando gas HCl químicamente puro.

Aun cuando la contaminación siempre ha existido ya que está asociada a la civilización humana, este proceso se ha incrementado con el desarrollo industrial hasta el punto de que el equilibrio entre la misma y la capacidad de la naturaleza para recuperarse, parece haberse roto.
La industria química, pese a ayudar a mejorar la calidad de vida del ser humano, también es culpable de una parte importante de la contaminación, no tanto por la química en sí, sino por el uso desequilibrado que puede hacerse de ella. La química no solo es responsable de los problemas medioambientales que afectan directamente a la salud de las personas y a nuestro ecosistema sino que también se encarga de buscar las causas y las posibles soluciones a estos problemas. La misma, sigue cuatro líneas de acción asociadas a otros tantos problemas medioambientales.

  1. Química atmosférica. Trata temas como la reducción de la capa de ozono, el efecto invernadero o la lluvia acida. Todos ellos están relacionados con la contaminación atmosférica, con el objetivo de descubrir nuevas técnicas que permitan evitar o, al menos, disminuir las emisiones de gases nocivos.
  2. Química de los residuos. Ha tomado gran importancia con la sensibilización social respecto al reciclaje. El aumento del consumo lleva asociado la producción de un gran número de residuos contaminantes, por lo que la química investiga las posibilidades de reciclaje de los mismos y, en caso de no ser posible, su eliminación segura.
  3. Química del agua. El crecimiento de la población mundial y el desarrollo industrial provocan que el agua, necesaria para la vida, sea cada vez más escasa y de peor calidad. En este sentido, se estudia la mejora en los procesos de potabilización y, sobre todo, en la depuración de aguas residuales que mejoren el estado de nuestros ríos y mares.
  4. Química del suelo. Los vertidos incontrolados de residuos y el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas provocan la degradación de los suelos volviéndolos no aptos para el cultivo, pues pasarían los contaminantes a la cadena alimentaria. La química busca tecnologías que permitan la recuperación rápida del suelo.

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