30 abril, 2024

¿De donde viene la OSCE?

 

La historia de la OSCE se remonta a los primeros años de la década de 1970, al Acta Final de Helsinki (1975) y a la creación de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE), que durante la Guerra Fría se convirtió en un importante foro multilateral de diálogo y negociación entre el Este y Occidente.

El Acta Final de Helsinki, firmada el 1 de agosto de 1975, contenía una serie de compromisos clave sobre cuestiones político-militares, económicas y medioambientales, y en materia de derechos humanos. También establecía diez principios fundamentales (el “Decálogo”) por los que debía regirse el comportamiento de los Estados para con sus ciudadanos y para con los demás Estados.

Desde 1975 y durante la década de 1980, la CSCE siguió centrando su labor y ampliando los compromisos asumidos por los Estados participantes, a la vez que examinaba su aplicación de manera periódica.

Tras el fin de la Guerra Fría, la Cumbre de París, celebrada en noviembre de 1990, estableció el nuevo rumbo que emprendería la CSCE. En la Carta de París para una Nueva Europa, se pedía a la CSCE que asumiera la responsabilidad que le correspondía en la gestión de los cambios históricos que estaban teniendo lugar en Europa y en dar respuesta a los nuevos retos que empezaban a surgir en el período posterior a la Guerra Fría. Todo lo antedicho condujo a que se la dotara de estructuras permanentes, incluida una secretaría e instituciones, y a que se crearan las primeras operaciones sobre el terreno.

Tras la desintegración de la antigua Yugoslavia y el estallido de los subsiguientes conflictos, la CSCE decidió actuar en primera línea, ayudando a gestionar la crisis y a restablecer la paz.

En 1994 y tras haber evolucionado mucho más allá de su papel inicial, la CSCE se convirtió en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Gracias al carácter integrador de la composición de sus miembros y al desarrollo de asociaciones, así como a su enfoque integral y su flexibilidad, la OSCE ha seguido proporcionando a sus Estados participantes herramientas y medios efectivos y eficaces para resolver los problemas de seguridad actuales.

¿Cómo trabaja la OSCE?

 

El carácter integrador constituye la base de todo lo que realiza la OSCE. Sus Estados participantes colaboran en pie de igualdad y aprueban las decisiones por consenso.

Órganos decisorios

 

Cada semana, los embajadores se reúnen en el Consejo Permanente, el órgano ordinario de la OSCE encargado de la adopción de decisiones, y en el Foro de Cooperación en materia de Seguridad, donde se adoptan las decisiones relacionadas con los aspectos militares de la seguridad. También se celebra anualmente un Consejo Ministerial, en el que se examinan las actividades de la OSCE y se decide la orientación general de la Organización. Las Cumbres de Jefes de Estado o de Gobierno de los Estados participantes de la OSCE se convocan de manera periódica con objeto de establecer las prioridades desde el más alto nivel político.

 

Presidencia

 

La Presidencia de la OSCE es asumida cada año por un Estado participante diferente. El Ministro de Asuntos Exteriores del país en cuestión desempeña la función de Presidente en Ejercicio y colabora estrechamente con las Presidencias entrante y saliente en la denominada Troika de la OSCE.

Secretaría

 

El Secretario General dirige la Secretaría de la OSCE, con sede en Viena, y brinda apoyo directo a la Presidencia. La Secretaría está compuesta por el Centro para la Prevención de Conflictos, así como por departamentos y unidades que centran su labor en actividades económicas y medioambientales, cooperación con los países Socios y otras organizaciones, igualdad de género, lucha contra la trata y en las amenazas transnacionales, por ejemplo, la lucha contra el terrorismo, la gestión de fronteras y la reforma policial. Supervisan las tendencias más recientes, brindan análisis de carácter técnico y ponen en práctica diversos proyectos sobre el terreno.

Instituciones

 

La OSCE también cuenta con instituciones tales como la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH), con sede en Varsovia, que promueve el desarrollo democrático y los derechos humanos. Sus áreas de trabajo incluyen la observación de elecciones, la protección del Estado de derecho, el fomento de la tolerancia y la no discriminación y la mejora de la situación de las comunidades de romaníes y sinti. La OIDDH organiza anualmente la Reunión de Aplicación sobre Cuestiones de la Dimensión Humana, la mayor conferencia anual de toda la región de la OSCE dedicada a los derechos humanos.

El Representante para la Libertad de los Medios de Comunicación, con sede en Viena, observa la evolución de los medios de comunicación y proporciona alerta temprana en los casos en que se haya violado la libertad de expresión y la libertad de los medios, promoviendo además el pleno cumplimiento de los compromisos de la OSCE en este ámbito.

El Alto Comisionado para las Minorías Nacionales, con sede en La Haya, actúa como herramienta de prevención de conflictos aplicando la diplomacia discreta y la intervención temprana con el fin de hallar soluciones a aquellas tensiones étnicas que podrían poner en peligro la paz, la seguridad y la estabilidad.

La Asamblea Parlamentaria reúne a más de 300 legisladores pertenecientes a los parlamentos de los Estados participantes de la OSCE con objeto de facilitar el diálogo y la cooperación, así como de promover la transparencia. Los parlamentarios de la OSCE también desempeñan una función destacada en las actividades de observación electoral de la Organización, realizan visitas sobre el terreno e impulsan reformas en el seno de la Organización.

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