24 noviembre, 2024

La contaminación es la presencia en el ambiente de toda sustancia que en cualquiera de sus estados físicos y químicos al incorporarse o actuar en la atmósfera, agua, suelo, flora, fauna o cualquier elemento natural, altera o modifica su composición y condición natural, causando desequilibrio ecológico.

El turismo contribuye de manera muy significativa a las economías de los países en vías de desarrollo y a los aspectos del ambiente natural y sociocultural que constituyen importantes recursos turísticos y que atraen al público por su valor estético.

Sin embargo, una gran cantidad de los mismos aspectos son especialmente sensibles a la transformación producto de las actividades humanas. Los impactos negativos que trascienden de un desarrollo turístico inadecuadamente planificado e incontrolado, puede causar daños y perjuicios irreversibles a los mismos ambientes de los cuales depende el éxito del proyecto.

Los hoteles no son ajenos al deterioro que se produce en el ecosistema, ni a sus crecientes exigencias de calidad y de disfrute en un entorno limpio y saludable, en el que la actividad turística sea respetuosa con la preservación de los recursos naturales.

Los Sistemas de Gestión de la Calidad, la Seguridad y el Ambiente cuyos requisitos establece la Norma Argentina IRAM-SECTUR 42200 o los Sistemas de Gestión Ambiental certificables según la Norma Internacional ISO 14001, son los instrumentos que pueden aportar mayor relevancia y utilidad práctica para un hotel, dado que favorecen la mejora continua y la adopción de sistemáticas eficaces y de calidad en la gestión hotelera.

Un sistema de gestión ambiental facilitará a la empresa turística la prevención y el control de los potenciales daños al entorno consecuencia de sus instalaciones, actividades y servicios, a la vez que permiten acreditar ante la comunidad local, los potenciales turistas y otros grupos de interés los esfuerzos que se realizan para la protección del medio ambiente.

Ecoeficiencia y buenas prácticas ambientales

La ecoeficiencia es un término que alude a la prestación de servicios de alojamiento y restauración que satisfagan las necesidades de los potenciales clientes y que conlleven una mejora en la calidad de vida de la comunidad local, a la vez que se promueve la reducción progresiva de los impactos ambientales.

Las Buenas Prácticas Ambientales se pueden definir como aquellas acciones que pretenden reducir el impacto ambiental negativo que causan lo procesos las actividades del hotel. La implantación de Buenas Prácticas debe ser asumida por la empresa. A continuación resaltare los métodos principales.

Gestión del agua

El agua es un recurso limitado, y debe tratarse como tal. Su consumo en un hotel oscila bastante en función de la actividad y de los servicios ofrecidos.

Las buenas Prácticas recomiendan:

-Tener una red efectiva de contadores de agua (instalando contadores por zonas o áreas si se considera necesario).

-Revisar periódicamente la instalación para detectar fugas y lleve a cabo un mantenimiento programado para prevenir averías.

-Instalar elementos de fontanería eficientes: aireadores, grifos de botón en los aseos, cabezales de ducha y limitadores de presión, etc.

Prohíba arrojar productos de limpieza por el desagüe. Los detergentes que se usan y vierten en la limpieza llegan a ríos y arroyos acabando con la vida que sustentan. Evite también el vertido de aceites, recójalos para su reciclaje.

Controlar el consumo energético

El ahorro en la energía empleada para iluminación, calefacción o refrigeración no sólo incidirá directamente en una disminución del gasto, sino que además contribuirá a proteger el clima y a la conservación de los recursos naturales.

Buenas Prácticas

-Aprovechar al máximo la luz natural en las estancias y exteriores del hotel.

-Analizar las necesidades lumínicas de cada estancia, con la utilización de luminarias de bajo consumo podrá reducir hasta el 30-50% del consumo eléctrico.

-Programar un mantenimiento adecuado de los sistemas de iluminación y limpieza de las lámparas y luminarias con regularidad.

-Contar con aislamiento térmico del edificio

-Optimizar el rendimiento de las calderas. Aumentar el rendimiento de las calderas ahorra energía, a la vez que reduce las emisiones y la contaminación.

-Instalar un sistema de regulación de la temperatura de las zonas comunes mediante termostatos.

-Informar a sus clientes de cómo usar adecuadamente el termostato de las habitaciones y la recomendación para el confort térmico de no modificar la temperatura fijada.

Residuos

La gran cantidad de basura producida en los alojamientos turísticos implica una gran responsabilidad por parte del sector hotelero para minimizar el impacto ambiental que estos residuos provocan en el medio. Un tratamiento eficiente y una gestión eficaz es la utilización del reciclaje.

Para la separación se usan contenedores de distintos colores ubicados en entornos urbanos o rurales:
Contenedor amarillo (envases): En este se deben depositar todo tipo de envases ligeros como los envases de plásticos (botellas, bolsas, bandejas, etc.),
Contenedor azul (papel y cartón): En este contenedor se deben depositar los envases de cartón (cajas, bandejas, etc.), así como los periódicos, revistas, papeles de envolver, propaganda, etc.
Contenedor verde (vidrio): En este contenedor se depositan envases de vidrio. Pero se debe tener en cuenta que no se puede depositar bombillas, frascos de medicamentos, gafas, botellas de vidrio, tubos y fluorescentes.
Contenedor gris (orgánico): En él se depositan los desechos orgánicos catalogados como materia biodegradable.

Conclusión

No existen dudas que para el desarrollo de cualquier modalidad de turismo se precisa que este sea conservando el medio natural y preservando el medio cultural que lo rodea. Fundamentalmente para lograr un equilibrio entre turismo y medio ambiente, gravita en una adecuada planificación capas de tratar de relacionar correctamente la escala de desarrollo de las actividades turísticas de cada lugar y la capacidad de sustentación de los recursos.
Por lo tanto, es necesario tener conciencia de que los recursos en los que se basa el turismo son frágiles, y sumado a esto la utilización inadecuada de los recursos como el agua y electricidad puede recaer en un desequilibrio ecológico. La utilización de las Buenas Prácticas es una forma apropiada de desarrollar las tareas propias de un hotel y de no contaminar al ecosistema.