La población trabajadora está expuesta a distintos conjuntos de riesgos en el ambiente del trabajo que varían según el tipo de actividad de cada empresa estableciéndose la relación causa-efecto entre el ambiente laboral y la enfermedad desarrollada.
Desconocer que muchas patologías tienen su razón de ser y punto de nacimiento en el ámbito laboral por malos movimientos o inadecuadas condiciones de salubridad –por ejemplo- han devenido en un residual empobrecimiento de la calidad de vida de los trabajadores y en una baja cualitativa en la relación costo-beneficio de los empresarios, debido a que el gran número de empleados con parte médico le genera en algunos casos contratar empleados nuevos y en otros trabajar con el plantel operario reducido, lo cual en ambos casos genera costos mayores. En la primera situación porque tienen que pagar mayores jornales incluyendo a empleados que no están en actividad y en la segunda porque el número reducido no da a bastos con la demanda laboral y su trabajo no resulta igual de productivo.
Los problemas habituales que más se registran son: sobreesfuerzos por posturas inadecuadas y carga de objetos, atropellos o golpes con vehículos, contactos térmicos, exposición a temperaturas y condiciones ambientales cambiantes y extremas, como ruido, lluvia, viento, frio.
En la mayoría de los casos, los trabajadores no pueden elegir el puesto a desempeñar y la tarea a desarrollar y se ven obligados a adaptarse a unas condiciones laborales que no siempre son acordes por ejemplo a su contextura física lo cual les deriva en problemas musculares y óseos. Concretamente los casos más frecuentes sobre patologías son:
• El empleo repetido a lo largo del tiempo.
• Herramientas y tareas que exigen girar la mano con movimientos de las articulaciones, por ej. las labores que realizan las gasolineras.
• La aplicación de fuerza en una postura forzada.
• La aplicación de presión excesiva en partes de la mano, la espalda, las muñecas o las articulaciones.
• Trabajar con los brazos extendidos o por encima de la cabeza.
• Trabajar echados hacia adelante.
• Levantar o empujar cargas pesadas.
Los factores causales de accidentes pueden ser técnicos, humanos u organizaciones.
Sin embargo no todo es negativo ya que las empresas diseñan planes de contingencias ante eventuales emergencias y capacitan al personal de acuerdo al número de trabajadores y riesgos primordiales durante el desenvolvimiento de sus tareas. El problema radica en que aunque estas medidas preventivas existen en la mayoría de las estaciones de servicio no se cumplen.
Para paliar esta situación o para tratar de reducirla en su mínima posible el ministerio de trabajo y los sindicatos respectivos suelen realizar periódicamente visitas de inspección. Las mismas fueron desarrolladas por el comité paritario de salud ocupacional o vigía de salud: estas tienen como fin verificar la puesta en marcha de las prácticas de seguridad en el trabajo, además de proponer medidas correctivas. Todo esto para la mejora de las condiciones de trabajo de los empleados atendiendo a las sugerencias y denuncia de irregularidades de los mismos.
Es por esto que también las empresas generalmente buscan que el perfil del personal contratado sea gente de edad media debido a que las personas de más años acarrean estos problemas de salud ut supra mencionado.
Con el fin de establecer posibles relaciones de causalidad entre el puesto de trabajo y las enfermedades del trabajador, la empresa registrara sistemáticamente las incapacidades por enfermedad común, por accidentes de trabajo y por enfermedad profesional. La clasificación de las incapacidades y su consolidación permitirá establecer medidas preventivas además del seguimiento de ausentismo mediante el cálculo de los índices de evaluación. El ausentismo de causa no médica será examinado considerándolo como una posible muestra de pérdida de interés en la continuidad en su puesto laboral debido a una situación de insatisfacción.
Se estima que el 80% de los trabajadores tiene algún tipo de lumbalgia. Al respecto la mayor cantidad de síntomas referidos a esta patología fueron vistos en trabajos físicos pesados, especialmente cuando se transportaban materiales o cargas de forma manual o se manipulaban herramientas de trabajo pesadas (levantar capots por ejemplo de camionetas o camiones o las tapas de almacenamiento de las islas de nafta o diesel).
Por último hay que recordar que existe un tercer factor influyente en la problemática tratada, puntualmente en las medidas de seguridad, no antes mencionado en el presente trabajo que es el cliente. El cliente debe respetar las medidas de seguridad indicadas en las estaciones de servicios tales como por ejemplo no encender un cigarrillo, utilizar celulares o posicionarse detrás de un auto cuando se está despachando combustible.
Luego de todo lo expuesto concluyo en que para que la salud del trabajador se vea menos vulnerada y de esta forma disminuyan las pérdidas monetarias de los empresarios deben colaborar las tres patas de esta relación: empleador, empleado y cliente. Desde luego que quien mayor responsabilidad tiene es el empleador pero, el empleado no debe dejarse manipular por el empleador con el miedo de quedarse sin trabajo, y es aquí cuando debe aparecer con toda su fuerza la representación sindical para defender los derechos del trabajador.