El Gobierno oficializó el régimen para la compra en el exterior de productos vía Internet por correo y, por lo tanto, habilitó algunos cambios muy esperados con respecto al sistema que regía hasta el momento. El renovado mecanismo, estará disponible a través el correo oficial y el servicio de couriers internacionales.
En el caso de los paquetes a cargo de la empresa pública, el receptor del envío deberá ingresar en el sitio web de la AFIP el número de seguimiento del envío que informa el Correo, declarar el valor del paquete y la descripción de los productos a recibir. Allí se validará el registro y se generará un volante electrónico de pago (VEP), por los conceptos y valores que corresponda pagar. Estos envíos tendrán una franquicia anual de US$25, y si se supera ese monto habrá que pagar una tasa adicional.
Los paquetes que no superen los 2 kilos y cuyo precio sea inferior a los US$200 serán enviados por el Correo al domicilio. Si superan esos valores, la empresa notificará al comprador, para continuar con el procedimiento y que pueda hacer el retiro personalmente en las sucursales.
En el caso de envíos que a través de prestadores de correos privados (couriers), serán éstos los encargados de realizar la declaración de los envíos. Esta declaración incluye la descripción de los productos y los valores correspondientes. También serán responsables tributarios del pago de impuestos ante la AFIP. Esta modalidad podrá ser utilizada 5 veces por año y por persona, en envíos de hasta 50 kilos y por un importe inferior o igual a US$ 1000. En cada compra sólo se podrán incluir hasta 3 unidades de un mismo producto. Luego de recibir el envío, ya sea a través del correo oficial o de los prestadores privados, habrá 30 días corridos para ingresar a la web de la AFIP y confirmar la recepción. La notificación se realizará con un formulario online en la página de Internet del organismo recaudador. Sólo luego de esta confirmación el comprador podrá volver a utilizar el sistema.
Queda así eliminado el anterior formulario y los trámites presenciales que, hasta ahora, había que realizar en la Aduana para recibir paquetes o compras del exterior, y que derivó prácticamente en la desaparición del sistema, por los trámites largos y engorrosos que había que hacer.
Impuestos y cargos
En cualquiera de los dos casos, indicaron fuentes de la AFIP, el costo de importar productos mediante este sistema será de hasta un 50% más que el valor del producto, ya que el arancel máximo de importación es del 33% y el IVA es del 21%. A eso habrá que sumar el cargo que cobren las empresas de correos. Según el Nomenclador Común del Mercosur, que usa la Aduana para el cobro de aranceles, no todos los productos pagan la misma tarifa y en algunos casos tampoco se paga el total de la alícuota del IVA, de modo que dependerá del tipo de bien cuál será el resultado final. Libros, documentos y otros bienes impresos estarán liberados en el «puerta a puerta» y no deberán pagar ninguna declaración, cuando ingresen a través del correo oficial.
Nuevos productos
Habrá una mayor cantidad de mercaderías habilitadas, dado que los envíos quedarán exceptuados de la previa intervención del Instituto Nacional de Alimentos -con lo cual se pueden ingresar alimentos, que hasta ahora no se podía-, de la tramitación de licencias de importación automáticas -necesarias para textiles y juguetes, por ejemplo- y del régimen de «identificación de mercaderías» (la estampilla verde que acompaña a los productos importados), lo que habilita la compra de electrónicos.