24 noviembre, 2024

A la hora de confeccionar un estudio de impacto ambiental, las emisiones gaseosas o efluentes gaseosos, cumplen una parte importantísima, ya que impactan en forma directa o indirecta con la calidad del aire que respiramos, alterando su composición.

Asimismo, los gases de efecto invernadero afectan directamente al calentamiento global de la tierra, generando cambios en la naturaleza como por ejemplo el derretimiento de los polos, generando el aumento del volumen de agua en los mares y producen daño a la salud de los seres humanos y dañan el mundo en el que vivimos.

Estas emisiones gaseosas son producidas por los procesos industriales o la combustión de motores vehiculares, son realmente preocupantes, ya que no solo generan gases de efecto invernadero sino también lluvia acida.

No siempre los sistemas de tratamiento empleados resultan eficientes, pudiéndose alcanzar los estándares de calidad descargados al medio ambiente.

Para tales fines, en la provincia de Buenos Aires, la normativa vigente del Organismo para el Desarrollo Sostenible, obliga a las empresas a realizar análisis de: las emisiones generadas, material particulado y emisiones difusas, debiéndose monitorear de forma trimestral, semestral o anual, dependiendo de los contaminantes descargados y las concentraciones de los mismos. Los mismos serán realizados por laboratorios homologados y deberán contar con su respectiva cadena de custodia y protocolo de informe, firmado por profesional matriculado.

Respecto al universo vehicular mundial, no todos cuentan con catalizadores para tratamiento de gases y así poder reducir el azufre presente en la combustión  como así tampoco, no todos los combustibles han reducido cantidad de azufre en su composición.

Los estándares de calidad sobre los combustibles europeos como el diseño de sus motores, se desprende de su normativa, la que obliga a utilizar combustibles a partir del año 2014, bajos en azufre.

Todos estos controles deben impedir la conformación de lluvia acida como problemática ambiental a nivel emisiones, ya que esta se puede desplazar en forma de nubes a otros zonas donde fue generada.

En conclusión, más allá  de la firma del protocolo de Kioto y el compromiso de muchísimo países para reducir la generación de CO2, la utilización de energía renovables y la mejora continua aplicada a los sistemas de gestión, no es suficiente para reducirlo junto al metano, responsables del calentamiento global.

Todos somos responsables, no solo las industrias. Nuestro aporte de ciudadano o simplemente ser humano, seria reducir o minimizar la utilización de aerosoles, la quema innecesaria de sustancias que liberen gases, vapores y/o humos, etc.

De esta manera, aportamos desde nuestro lado contribuyendo a un mundo mucho menos contaminado.

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