22 noviembre, 2024
Para convivir, necesitamos reglas y leyes que indiquen lo que está permitido y lo que no, que impidan que nos perjudiquemos unos a otros. Cada grupo humano crea sus normas y reglas para guiar la conducta dentro de la familia, la escuela, el club, etc.

Todas nuestras actividades están regidas de una u otra manera por normas. Las reglas morales y las leyes jurídicas, las reglas morales o culturales regulan la conducta humana, tienen una percepción subjetiva y no son obligatoria , en cambio, las leyes jurídicas confieren derechos e imponen deberes a los individuos de la sociedad puesta por escrito y sancionadas por el legislador, que deben respetarse o de lo contrario suponen una sanción. La misma tiene distintas finalidades.

  • Paz y benevolencia: El mayor bien no se encuentra ni en la guerra ni en la revolución. Hay que dictar leyes en la paz y la mutua benevolencia para el reconocimiento recíproco. De La igualdad y la dignidad como ciudadanos libres.
  • La ley está para todos los individuos: La ley rige para todos los ciudadanos en clase sexo o religión. Para que todos posean los mismos derechos y obligaciones.
  • La ley no es para intereses de los gobernados: las leyes nunca se deben promulgar para beneficio de unos cuantos, los que de verdad gobiernan no examina ni ordena lo que a él mismo le conviene, sino lo que le conviene al gobernado y súbditos suyo.
  • La ley está para hacer reinar la justicia: La justicia es lo que debe hacerse de acuerdo a lo razonable, lo equitativo o lo indicado dependiendo los valores de una sociedad. Una ley es justa cuando las tres clases (a prudencia, el valor y la templanza) de la naturaleza que existen en ella son utilizadas correctamente. En consecuencia hay que persuadirnos y obligar a los individuos a ser mejores ciudadanos que se logra a través de la educación.

Las leyes deben ser justas, razonables y equitativas para que esto sea posible es necesario que se reflexione moralmente sobre las cuestiones que se plantean.                                                            La ley y la ética deberían ir de la mano, pero con ciertas decisiones judiciales son técnicamente validas por que se ajustan a las leyes establecidas, pero no son consideradas moralmente aceptadas.

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