21 noviembre, 2024

Una instalación eléctrica segura y confiable es aquella en la que sus componentes garantizan que se reduzca al mínimo la probabilidad de accidentes que pongan en riesgo la vida y salud de los usuarios, así como la posibilidad de fallas en los equipos eléctricos con que se cuenta.

Las edificaciones antiguas suelen ser las de mayor riesgo ya que no están diseñadas para soportar la demanda eléctrica de hoy en día, por lo que se recomienda revisarlas periódicamente. Debido al desgaste que se origina en el correr de los años, los materiales se van deteriorando, pudiendo causar electrocuciones e incendios. Es importante que cuando se hagan remodelaciones dentro de la vivienda se consideren adecuar las instalaciones eléctricas, sobre todo cuando en ella se añaden más funciones eléctricas.

El cobre se ha consolidado como un elemento clave para la generación y distribución eléctrica, debido a su gran capacidad como conductor de energía, por lo que se vuelve un aliado indispensable a la hora de prevenir accidentes eléctricos. Así este metal se encuentra en todas las instalaciones eléctricas del mundo.

Los principales problemas que se pueden presentar en una instalación eléctrica defectuosa son:

Tableros eléctricos inadecuados: Muchas veces los tableros eléctricos están instalados en lugares inapropiados, no están limpios o están construidos con elementos inapropiados.

Ausencia de dispositivos de protección: Muchas edificaciones no cuentan con elementos de protección diferenciales ni termo magnéticos.

Ausencia de puestas a tierra: no todos los tomacorrientes están conectados a la puesta a tierra de la instalación.

Sobrecargas: Ocurren sobre todo por la utilización de muchos artefactos conectados a un mismo tomacorriente, por el uso de artefactos de potencia elevada en redes eléctricas que no estaban preparadas para este uso y por improvisaciones ejecutadas por personal no calificado.

Materiales y productos defectuosos: Cuando se usan materiales no certificados que no garantizan la seguridad de la instalación.

Falta de mantenimiento: Las instalaciones eléctricas residenciales requieren una revisión periódica.

En muchas instalaciones eléctricas nuevas y especialmente en las instalaciones eléctricas antiguas, los conductores no necesariamente están diseñados para admitir el consumo de los equipos que se desean instalar, por lo que es importante su análisis y el recableado respectivo.

Es necesario conocer algunas normas para el uso y manejo de instalaciones eléctricas, esto con el fin de minimizar los peligros que pudiera ocasionar un mal manejo por ignorancia. Aunque la instalación sea doméstica, conocer los procedimientos para el uso cotidiano y en caso de contingencia, será recomendable preservando su seguridad tanto personal como de la edificación donde se encuentre.

Según la reglamentación aprobada por decreto 351/79 capitulo 14

Las instalaciones y equipos eléctricos de los establecimientos deberán cumplir con las prescripciones necesarias para evitar riesgos a personas o cosas.

Los materiales y equipos que se utilicen en las instalaciones eléctricas cumplirán con las exigencias de las normas técnicas correspondientes.

Los trabajos de mantenimiento serán efectuados por personal capacitado, debidamente autorizado.

Los establecimientos efectuarán el mantenimiento de las instalaciones y verificarán las mismas periódicamente y registrando debidamente sus resultados.

Se extremarán las medidas de seguridad en salas de baterías en aquellos locales donde se fabriquen, manipulen o almacenen materiales inflamables, explosivos, o de alto riesgo: igualmente en locales húmedos, mojados o con sustancias corrosivas.

Se deberán adoptar las medidas tendientes a la eliminación de la electricidad estática en todas aquellas operaciones donde pueda producirse. Se extremarán los recaudos en ambientes con riesgo de incendio o atmósferas explosivas.

Los establecimientos e instalaciones expuestos a descargas atmosféricas poseerán una instalación contra las sobretensiones de este origen que asegure la eficaz protección de las personas y cosas. Las tomas a tierra de estas instalaciones deberán ser exclusivas e independientes de cualquier otra.

Tipos de accidentes

Contacto directo: son aquellos que se producen a través del contacto directo con partes activas de instalaciones eléctricas. Un cable pelado es un emisor de electricidad que puede ocasionar accidentes si no se toman las medidas de precaución determinadas para cada caso. 

Contacto indirecto: tienen lugar cuando se mantiene contacto con objetos que no emiten de forma autónoma corriente eléctrica pero que a través del contacto con alguna parte activa pueden transmitir la electricidad. Habitualmente estas descargas se producen por fallos en el aislamiento de los objetos.

Efectos de la corriente eléctrica sobre el cuerpo humano

efectos térmicos: quemaduras por arco quemaduras por contacto

efectos inmediatos musculares nerviosos: calambres, tetanización de músculos respiratorios, fibrilación ventricular, inhibición de centros nerviosos.

efectos secundarios precoces: cerebral, motor, circulatorios (gangrenas), problemas renales.

efectos secundarios tardíos: Neuróticos, trastornos mentales.

efectos indirectos: Caídas, golpes contra objetos, cortes, quemaduras al golpear o tocar elementos no protegidos.

Tratamientos ante un caso de accidente por electricidad

Tratamiento inmediato; accidentes por baja tensión: Cortar la corriente eléctrica si es posible.
Evitar separar el accidentado directamente y especialmente si se está húmedo. Si el accidentado está pegado al conductor, cortar éste con herramienta de mango aislante.

Accidentes por alta tensión: cortar la subestación correspondiente.
Prevenir la posible caída si está en alto.
Separar la víctima con auxilio de pértiga aislante y estando provisto de guantes y calzado aislante y actuando sobre banqueta aislante.

Librada la víctima, deberá intentarse la reanimación inmediatamente, practicándole la respiración artificial y el masaje cardiaco. Si está ardiendo hacerle rodar lentamente por el suelo o utilizar mantas.

Tratamiento diferido: Control de los trastornos hidroelectrolíticos desde el ingreso hospitalario.
Corregir la posible deshidratación con sueros intravenosos.
La insuficiencia renal se tratará con diálisis si no se recupera en un tiempo prudencial

Tratamiento de las heridas: limpieza quirúrgica, cura tópica.
En caso de requerir amputación se esperará a que la lesión quede bien definida de los 5 a los 7 días. Cobertura antibiótica.

Los trabajadores que realizan trabajos en los que se exponen a los riesgos de la electricidad deben conocer los peligros a los que se someten y las medidas de prevención para evitar el mayor número de accidentes posible. Para ello es necesario cumplir con las medidas de seguridad que marca la normativa y aplicar las recomendaciones adecuadas para cada situación.

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