Es muy sabido que hay trabajos que son considerados insalubres. Cuando un trabajo es “insalubre” se provee al empleado de elementos de protección para evitar enfermedades profesionales y accidente laborales. Lamentablemente hay muchos trabajadores que no pueden escapar y tienen problemas para toda la vida por inconvenientes de seguridad en el trabajo, personas que de por vida van a sufrir las consecuencias. Uno de tantos materiales contaminantes con consecuencias gravísimas es el asbesto.
El asbesto, también llamado amianto, está constituido por un conjunto de minerales metamórficos fibrosos los cuales son capaces de dispersarse en el aire que respiramos y a su vez resistir a altas temperaturas.
Por años fue utilizado en materiales para la construcción como ser tejas, baldosas y azulejos, así como también en la industria automotriz (componentes de transmisión, frenos), materiales textiles, envases plásticos, revestimientos y pinturas, por consecuencia en el mundo a miles de personas que llevan el peso de estar contaminados.
El uso de este material fue prohibido desde principio del 2000 debido a su alto grado de contaminación para el ser humano provocando enfermedades de tipo cancerígenas llevando el caso a un alto grado de mortalidad. Sin embargo, en la actualidad hay muchas empresas que por costos siguen trabajando con asbesto.
Lo cierto que el asbesto (silicato cálcico magnésico) es sumamente peligroso, contaminante y absolutamente todos estamos expuestos a inhalarlo por su microscópico tamaño y su capacidad de mezclarse con el agua. Teniendo en cuenta lo antes planteado podemos imaginar las consecuencias en la vida de las personas que están tan expuestas físicamente en sus puestos de trabajo. No solo se tienen consecuencias físicas de este tipo de situaciones hay muchas consecuencias psicológicas como lo son: el miedo, negación y culpa. Las personas que están afectadas por este tipo de situaciones tienen patrones donde se ven vulnerados, desprotegidos y marcados para toda la vida.
