23 noviembre, 2024

La ética es la parte de la Filosofía, que trata de la moral y de las obligaciones del hombre. Es la ciencia que de manera rigurosa orienta las actuaciones del individuo para el logro de fines elevados, mediante la razón inspirada de la moralidad.
Todos los profesionales  tienen la obligación de considerar los ideales y funciones de su profesión,  de considerar el resultado posible de cualquier acción propuesta y abstenerse de aquellas actividades que quiten mérito a la profesión.

Desde el momento de su inclinada disposición hacia la profesión de relaciones públicas, el individuo debe mostrar un elevado índice de moralidad, pues se trata de una carrera en la cual se justifica una vocación hacia la verdad, el trabajo y el decoro.

La dimensión ética de las Relaciones Públicas

Esta actividad posee un aspecto técnico y artístico, pero no es menos cierto que ella supone la transmisión de un mensaje, en el cual hay una intención por parte del comunicador corporativo de inducir una determinada respuesta favorable del público hacia su organización, principalmente a través de los medios de comunicación social. No solo se busca informar objetivamente, sino también alcanzar una determinada respuesta, el mensaje podría  ser posiblemente  falso, o ser parcial. El qué y el cómo se informa nunca es híbrido y sus consecuencias pueden ser importantes no sólo para la comunidad, sino también para la empresa. Cuando ésta se encuentra ante situaciones de crisis de ser creíble o no,  su imagen corporativa está seriamente dañada, no pocas veces se cae en la tentación de superar esta situación transmitiendo mensajes falsos o engañosos. A veces se piensa que cuando está en juego el prestigio o la supervivencia de la empresa o de la institución contratante se puede desfigurar la verdad, entendiendo este proceder como un mal menor.

La dimensión ética de las Relaciones Públicas es esencial y no esencial, es decir que es parte de su estructura.

Podemos distinguir dos aspectos:
Primero, la ética del Relacionista Público como el encargado de crear y mantener las buenas relaciones entre los miembros de la organización, y entre la organización y los demás sectores de la opinión pública, con el fin de proyectar una buena imagen de la organización, debe estar siempre sujeto al cumplimiento de las normas éticas y morales para que esa imagen sea siempre favorable.

Por otra parte, las Relaciones Públicas están orientadas hacia la sociedad, tienen que ver con personas que pueden verse perjudicadas o beneficiadas por una actuación puntual. Desde esta perspectiva, el Relacionista Público no sólo debe poseer una serie de habilidades o destrezas, como capacidad comunicativa (empatía, buena expresión oral, excelente redacción, buena memoria emotiva y colectiva), capacidad analítica (pensamiento analítico, creatividad), capacidad organizativa (pensamiento lógico, pensamiento relacional), capacidad para solucionar problemas (decisión, pragmatismo), capacidad de trabajar en equipo (liderazgo) o capacidad de gestión, además de una serie de virtudes intelectuales y morales que se traduzcan en una responsabilidad ética.

Puedo relacionarlo con Bauman, dice que hay dos reglas:
La primera dice que “para recibir un pago, primero hay que dar algo valioso”, hay que dar para recibir algo a cambio. En relaciones públicas siempre se piensa en lo mejor que se le puede dar al público, manteniendo la buena imagen de la compañía y lograr una buena comunicación con toda la sociedad. Internamente logrando que exista un buen lugar de trabajo, una comunicación favorable con todos en la organización.
La segunda habla sobre no conformarse, siempre se debe progresar en lo que uno hace.  Siempre en relaciones públicas se busca progresar en la empresa, en cualquiera de los trabajos que se realicen. Porque el progreso es ilimitado, trabajando siempre para cumplir con los objetivos de la empresa y hasta conseguir más de lo esperado.