La calidad de la oferta hotelera resulta deficiente, y preocupante dado que el turismo sigue siendo uno de los motores económicos de la isla. Los hoteles, son espacios reservados para turistas extranjeros y nacionales. Pero resulta que muchos turistas que pisan la isla y necesitan alojarse en un hotel, reciben inconvenientes en hoteles de cuatro a cinco estrellas. Entre otros hubo ciertos casos de turistas molestos como, la de un francés, J, se encontró con una bañera oxidada, y luego esperó largo tiempo por la cena, tenía que esperar tres horas para comer. Otro caso fue de una española, Pilar Esteras tuvo que lidiar con la displicencia de los camareros, y una colombiana se enfrentó con algo peor: la falta de agua y limpieza. Otro caso fue en un hotel de la Habana donde una habitación era sencilla y donde allí se había alojado Juan Manuel Fangio. Sin embargo, unos turistas se tomaron una siesta, al rato, que se despertaron con una cucaracha.
Esto permitió descubrir que el insecto compartía nido con varios congéneres en el fondo de una de las mesillas de noche; con ese dato y todo el malestar del caso, llamaron a recepción para que los cambien de cuarto, o al menos vinieran a eliminar a los intrusos. La respuesta fue: no se podía hacer nada hasta la mañana del día siguiente, pues ya era muy tarde y en el hotel no quedaba ningún directivo con potestad para determinar qué acción emprender. El consejo que les daban era que volvieran a dormirse, pues “mañana sería otro día”. Ahí mismo decidieron ir a la primera casa de renta que se les puso por delante. Así hemos recorriendo media Cuba, más barato y conociendo mejor a la gente, esto aclaro la turista con que: “A los hoteles no volvemos”.
El “Lincoln”, el hotel de la noche de marras, es un discreto alojamiento regentado por la cadena cubana Islazul dedicado fundamentalmente al turismo extranjero que busca precios económicos y una ubicación próxima al corazón de La Habana.
En el sitio TripAdvisor casi dos tercios de los viajeros que lo han visitado lo califican como “malo” o “pésimo”.
A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Turismo de Cuba, y la influencia creciente de la inversión extranjera, la planta hotelera de la isla sigue estando por debajo de los estándares en que se mueven sus homólogas del resto del Caribe. Los ejemplos más negativos se encuentran en los hoteles de la corporación Islazul, controlada por el Estado, la cual administra los centros de menor categoría a lo largo de la isla no hay ningún hotel al que no se le pueda quitar al menos una de las estrellas que tiene. Y lo dicen tanto por las condiciones que presentan como por la calidad de sus servicios.
La infraestructura hotelera cubana de La Habana, Santiago de Cuba, Varadero o los Cayos, necesita una revisión urgente. Los pequeños hostales de la cadena Encanto, una suerte de B&B de lujo, intentan suplir la demanda de clientes con mayor nivel de exigencia. Ninguna de las instalaciones mayores de la urbe supera la categoría de tres estrellas. El asunto se complica por la baja calificación y el desinterés que muestra una parte apreciable de la fuerza de trabajo del sector, problema que ha reconocido. Hotel Comodoro, en la ciudad de La Habana, pudo apreciar como el mismo “estaba lleno de turistas pero el ascensor no funcionaba, las TV de las habitaciones habían ‘perdido’ los mandos a distancia y no había ni una gota de agua para bañarse o descargar los sanitarios”. Tras detallar una larga lista de deficiencias que abarcaban ni en los discursos del Ministerio de Turismo pero son las que van a determinar que, pasado el ‘boom’ por visitar Cuba, los turistas regresen a la isla o digan “nunca más”«.
Ante todo esto, las deficiencias se deben a que el Estado, dueño de la infraestructura, tarda en dar mantenimiento a los hoteles que entrega a operadores extranjeros solo para su administración.
Así lo consignan el Instituto Brookings y la Universidad Florida en un informe, en el que el Estado elige el personal de los hoteles y les paga poco: 21 dólares al mes, sin contar propinas.
La viceministra de Turismo, Mayra Álvarez, prometió mejoras en la planta hotelera, en las instalaciones, en disponer de todos los aseguramientos y la fuerza de trabajo necesaria y preparada».
Esto fue a través de fuentes: Radio Televisión Martí y El Confidencial.
Hoy en día, la mayoría de los turistas prefieren rentar una casa que alojarse en un hotel e encontrarse con estos perjuicios de sus instalaciones y mantenimiento. En conclusión, es fundamental que se preocupe en mejorar los hoteles, ya que no deberíamos contar con lo atractivo del lugar sino, además de poder brindar un buen servicio de alojamiento.