4 diciembre, 2024

El suelo, el frio y la variedad son tres de las principales características para conseguir un vino distinto ya que a mayor altura, más y mejor radiación solar, y así la amplitud térmica es mayor (días más calurosos y noches más frescas). Se conoce como la «bendita amplitud térmica» a la que produce un clima ideal para el desarrollo de las vides.
En las alturas los vientos limpian el aire, la vegetación goza de excelente salud gracias a la ausencia de pesticidas, los suelos son pedregosos, ideales y ricos en minerales. Las plantas deben ir muy profundas con sus raíces para encontrar agua y en este camino encuentran una gran cantidad de minerales que dan complejidad al sabor, al aroma y al color final de los vinos. Y las aguas provenientes de los deshielos destilan pureza ya que no contiene altos índices de salinidad o algún otro componente que muchas veces hacen que los vinos disminuyan su calidad. Además, las lluvias suelen ser escasas. Estas condiciones climáticas hacen que durante los últimos meses del período de gestación de la uva (en el país, de enero a marzo) ésta haga una maduración lenta y prolongada. Así, se desarrollan vides de granos más sufridos, pequeños y con mayor proporción de hollejos que de pulpa. Comienza a ser fundamental, entonces, en el caso de las uvas tintas, ya que en el hollejo se encuentran los taninos.
Los vinos elaborados con estas uvas ofrecen una gran variedad de color, amplitud y profundidad de aromas y gran complejidad en boca. Además se convierten en mucho más aptos para la crianza en barricas, ya que a mayor acidez y proporción de taninos mayor es la posibilidad de obtener vinos de guarda.
La región norte de Argentina, con los viñedos más altos del mundo cuenta con cultivos que se ubican entre los 1.000 hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar, Salta, Catamarca y Tucumán conforman los famosos Valles Calchaquíes.
En la catamarqueña Fiambalá, por ejemplo, la finca Don Diego produce unos Syrah excepcionales para acompañar comidas tradicionales como empanadas y asados, en sus variantes Syrah clásico, Syrah Roble y Syrah Cabernet Sauvignon.
Dentro de salta podemos encontrar bodegas como Etchart es una de las bodegas más antiguas de la zona. En la bodega se elabora muchísimo torrontés de calidad y tintos. Este es uno de los vinos que representan la calidad del cabernet salteño y la tipicidad.
Los taninos de este vino son firmes pero dulces, es un vino con un agradable final ideal para acompañar una carne roja asada.
También podemos encontrar la Bodega Nanni, en la cual los vinos están certificados como orgánicos. La bodega es pequeña y queda en el corazón de Cafayate bajo la tutela de José Nanni. Este Malbec es un vino joven donde se expresa la fruta sin enmascaramientos de madera. Tiene notas a tomates secos, ciruelas pasas, fruta negra y algo cárnico también. En la boca es agradable, de taninos redondos, cuerpo medio y final levemente especiado. Inmejorable relación precio calidad para un vino orgánico de estas características.
Algunas características que poseen los vinos de altura son:
• Colores rojos y violáceos intensos, buenas intensidades y matices
• Carácter fino y frutado
• Entradas agradables, de gran persistencia en la boca
• Para servir entre 17 y 19 grados
• Ideal para acompañar carnes rojas asadas o al horno

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