12 octubre, 2024

Debido a las malas decisiones de varios gobiernos, principalmente el propio, que no respalda a los habitantes, Siria está en crisis.

A pesar de que muchas fronteras están cerradas, la gente  está desesperada por vivir en paz y asegurarse un futuro, por lo tanto elige huir. Esto genera problemas a las pocas empresas que quedan en el país.

El 98% de las empresas en Siria paralizó o disminuyó su  producción durante el 2018. Debido a los problemas económicos de los ciudadanos, apagones, bombardeos, faltante de gasolina, entre otros fueron el motivo según un informe de una ONG en marzo del 2019.

Debido a la cantidad de pasivos con los que cuenta cada empresa, la mayoría está camino a la quiebra. Esto sucede porque, el pasivo, por extensión, se denomina a todo lo que debe la empresa. Y claramente, surge en gran parte debido a la crisis que sufre el país.

El 98% de las empresas encuestadas no produjeron o disminuyeron la producción, un 17% detuvo por completo sus actividades. ¿Por qué está relacionado a la situación del país? Porque si la empresa tenía deudas a corto  plazo, depende del contexto para poder pagarlas o cobrarlas. En este momento, en Siria hay un gran faltante de productos, lo que genera  falta en ciertos elementos necesarios para la misma producción, por ende las epresas tienen productos quizás sin terminar, mercadería parada que se devalúa a medida que pasa el tiempo (en ocasiones hasta pueden tener productos parados con fecha de vencimiento, lo que es una mayor pérdida de dinero). O bien, la gente que no tiene un sueldo coherente para poder darse cualquier lujo, ya que en tiempos de guerra cualquier necesidad se transforma en lujo. Lo único necesario para la población es la supervivencia. Entonces sucede que, si la empresa no brinda un servicio básico, no tiene a quién vender. Sin ventas pierde ingresos.

La situación es crítica, además, los bombardeos hace que se pierdan muebles y útiles de las compañías, más inversiones que la empresa difícilmente pueda recuperar. Se cree que los años más críticos  han sido el 2016 y el 2017, pero cada día es más complicado encontrar una estabilidad en el país. Por un lado, la gente tiene miedo, y por el otro sabe lo importante que es ahorrar para invertir en el mercado negro y escapar de la nación, para empezar de nuevo en otros continentes.  Esto es muy importante, aunque a veces nos cueste considerarlo, las políticas nacionales e internacionales que tienen los gobiernos afectan directamente a la producción nacional.

Desde la ONG aseguran que las empresas activas apenas operan al 9% de su capacidad instalada, frente a un 79% de las industrias en países vecinos.

Por otro lado, un 84% debió despedir trabajadores. Sin ir más lejos,  con los despidos se generan nuevas deudas por indemnizaciones que uno debe pagar.

Según los mismos empresarios, lo que más golpea a las industrias son los masivos apagones y cortes de gas, debido a bombardeos, y la falta de combustible para el transporte. Por otro lado, los distintos cortes en los servicios son un gran gasto, se pagan impuestos y facturas mensuales por servicios, y no se obtiene nada a cambio. No sólo  eso, se pierde tiempo de trabajo, en el  que no se logra llegar a un objetivo, si no que además se pierde  el dinero correspondiente al sueldo de trabajadores que no tienen forma de realizar su  trabajo. Además, debido al constante riesgo en el que vive el país, es un peligro incluso tener muchos trabajadores al mismo tiempo, ya que en caso de algún accidente o ataque, es más práctico y seguro tener un equipo reducido. (Ningún empresario está dispuesto a tener más deudas por perder a un hombre bajo su propia responsabilidad e indemnizar a una familia entera)

Concluyendo,  se considera que hay un nivel bajo de ventas en medio de un proceso de empobrecimiento por políticas malversadas. Las empresas sufren, como todos, pero sobretodo sus pasivos.

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