4 diciembre, 2024

La inserción de los países al comercio mundial

Argentina: respecto a la inserción de Argentina dentro del comercio internacional,  podemos decir que hasta el año 1880 las exportaciones de lana, cueros y carne salada eran quienes generaban mayores intercambios o ingresos de capital, debido a la creación del buque, quien les permitió exportar carne hacia España (región en donde era muy costosa). Llegando hacia 1890, se produjo un importante incremento en las exportaciones de trigo, y comenzando el siglo XIX se elevaron de manera notable las exportaciones de carnes congeladas. Debido a esta diversidad, entre 1900 y 1913, el valor de las exportaciones argentinas se triplicó, mientras que el de las importaciones (mayormente inversión extranjera) se cuadruplicó, con un notable crecimiento en las importaciones de inversión. Por ende, su inserción al comercio internacional durante la primera ola fue positiva y rápida, tras la disminución de barreras arancelarias y la aplicación de nuevas tecnologías para reducir costos. En cuanto al comercio exterior, entre 1900 y 1914, durante el transcurso de la primer oleada de globalización, Gran Bretaña obtuvo el 33% del total de las importaciones; Alemania ocupó el segundo lugar, con el 15%; Estados Unidos el 13,6%; Francia e Italia, entre 10% y 8% y Bélgica, alrededor del 5%. Las importaciones argentinas hacia Gran Bretaña superaban con amplitud a las de los Estados Unidos al estallar la Primera Guerra Mundial. Argentina, constituyó uno de los principales países receptores de la gran corriente emigratoria europea, que tuvo lugar  a finales del siglo XIX, y principio del siglo XX. La mayoría de los inmigrantes provenientes de Europa (Italia y España mayormente) se dedicaron a tareas agrícolas o textiles, ya que en su mayoría eran agricultores de origen, y estaban atraídos por la promesa de distribución de tierras en los inmensos despoblados.

Gran Bretaña: hasta 1850 aproximadamente, Gran Bretaña era considerada como un país proteccionista, aunque su producción industrial ocupara un puesto de preponderancia a nivel mundial.

Este país logro mantener durante largos periodos una posición de liderazgo dentro de la industria textil a nivel internacional, luego de la revolución industrial. Los mismos, contaban con un factor de producción como el trabajo, el capital y maquinaria, con amplios conocimientos técnicos y ventajas competitivas, entre las cuales encontramos mano de obra calificada, materias primas y disminución en costos de transporte. Al lograr estos puntos, se insertó en el mercado comenzando a exportar e importar distintos tipos de factores de producción. Por ende, la inserción en las olas de globalización ocurrió con anterioridad a la Argentina, ya que en 1860 comenzó a aplicar políticas ligadas al libre comercio, como por ejemplo a través de un Tratado comercial  entre Gran Bretaña y Francia 1860 (Cobden- Chevalier), y el mismo fue el paso más importante para la difusión de políticas vinculadas con el librecambio. Se logró eliminar las tarifas a la importación de la mayoría de los productos franceses por parte de Inglaterra, a cambio Francia  reducía los aranceles de productos ingleses (el máximo de la tarifa aduanera era el 30%). Debido a su especialización y ventaja competitiva obtenida por su maquinaria, técnicas de trabajo y poseer mano de obra calificada, comenzó a importar materias primas de Argentina, para transformarlas en productos finales para luego comerciar. Gran Bretaña comenzó importando de Argentina té, café, algodón, caucho, azúcar y trigo, y en menor medida carnes. Desde el país, muchos ingleses decidieron emigrar hacia América Latina, en busca de oportunidades y terrenos, ya que con el paso del tiempo, al haber mayores ingresos de competidores y países, perdió porcentajes de territorios en donde operar, aunque logro mantener sus volúmenes elevados, debido a sus amplios mercados,  pero había por encima de los mismos grandes potencias. Hubo también inmigraciones en el país británico, pero internas, es decir, de ciudades en ciudades, en donde los inmigrantes buscaban empleos en aquellas ciudades en donde hubo crecimientos notables a nivel industrial y con la creación de nuevas fábricas. 

Corrientes de pensamiento de política internacional

En argentina, durante el siglo XIX predominaban corrientes de pensamiento relacionadas con el proteccionismo, pero logro salir de la crisis de 1890 a través de la diversidad y capacidad de adaptación de las exportaciones de distintos productos requeridos en grandes territorios. Para comenzar a exportar grandes cantidades se adoptaron medidas ligadas con el librecomercio en donde supo posicionarse como líder a nivel económico al adoptar tratados arancelarios, y aprovechando los avances tecnológicos relacionados con embarcaciones. Con el paso del tiempo, se fueron adoptando nuevas corrientes y pensamientos, en el cual hoy nos encontramos nuevamente adoptando medidas ligadas al proteccionismo, ya que los costos de importación y exportación dentro y fuera del país son muy elevados, debido a la numerosa cantidad de impuestos existentes, tanto además para empresas y productores. Por ende, la corriente de pensamiento gobernante que poseemos actualmente en Argentina es socialista y/o comunista (ha cambiado a lo largo del tiempo).

Gran Bretaña, fue considerada como un país proteccionista hasta 1850 aproximadamente, pero la revolución industrial y los niveles de producción y mano de obra calificada que sostenían iban a permitirles un crecimiento económico sostenido, por lo que comenzó realizando tratados con Francia, y luego, unos años más tarde con Argentina, suprimiendo tasas arancelarias o disminuyendo las mismas. A lo largo de su historia, Gran Bretaña sostuvo políticas ligadas al librecomercio y al día de hoy sigue aplicando en gran medida las mismas. Es decir, en la actualidad cuenta con políticas liberales y capitalistas. Tras su salida de la Unión Europea, habrá que analizar si sus políticas económicas favorecerán al librecomercio o las mismas tendrán tendencias proteccionistas.

Ventajas comparativas y absolutas en el comercio

Argentina, entre 1880 y 1914 logro aprovechar sus ventajas naturales, el ingreso de capitales y el significante ingreso además de mano de obra extranjera (gran parte especializada en distintos rubros textiles, agropecuarios, entre otros), obteniendo como resultado una expansión notable de su economía por las políticas adoptadas relacionadas con el libre comercio. Por ende, Argentina respecto a Gran Bretaña poseía ventajas absolutas, ya que disponía del uso de ventajas naturales y otras causas que le permitían desarrollar a menores costos productos o servicios específicos, para luego exportarlos hacia el país. Hasta 1941, Gran Bretaña le garantizaba a la Argentina un mercado para todos los productos agrícolas que el país pudiera producir aun considerando la expansión de la superficie cultivada; asignaba todo el capital extranjero que el país pudiera absorber sin perjudicar la naturaleza de la economía de exportación, y permitía a la Nación no involucrarse en alianzas de tipo político. En la actualidad, y debido a distintas ideologías de conducción del país a lo largo del tiempo, las principales exportaciones argentinas a Gran Bretaña son aceite de soja, harina de soja, vino, maíz, tubos sin costura, algunos químicos y maní. Las importaciones provenientes de Gran Bretaña se concentraron en textiles e indumentaria, maquinarias y herramientas, vehículos terminados, autopartes, motores y transformadores y combustibles. Es decir, Argentina posee una ventaja absoluta en cuanto a la producción de materias primas (mayormente agricultura), por sus capacidades de producir grandes volúmenes a un menor costo, mientras que Gran Bretaña posee una ventaja absoluta en la fabricación de productos manufacturados debido a su especialización y alta eficacia con los factores de producción trabajo y capital, y la implementación de nuevas maquinarias en sus procesos a través el uso de mano de obra calificada.

La especialización de los países

Argentina, desde que comenzó en 1880 a adoptar medidas y políticas vinculadas al librecomercio, se especializo en exportar materias primas como lana, cueros y carne salada, y  a su vez exportar carne hacia España (región en donde era muy costosa). Llegando hacia 1890, se produjo un importante incremento en las exportaciones de trigo. Finalizando la década de 1950 surgió la industrialización por sustitución de importaciones, que buscaba un progreso a nivel industrial para alcanzar el ideal de la autonomía económica, pero al fin y al cabo no fueron políticas acertadas. En la actualidad, debido a grandes cambios en las políticas regulatorias y arancelarias, además de los altos costos de los impuestos, Argentina ha cambiado sus especializaciones, aunque algunas se sostuvieron en el tiempo como lo es la soja, el trigo y el maíz. Algunos de los productos exportados, fueron reemplazados a lo largo del tiempo por aceite de soja, harina de soja, vino, maní, entre otros (dentro de las operaciones comerciales con Gran Bretaña).

Gran Bretaña durante el siglo XVIII era una sociedad predominantemente agrícola y proteccionista. Se vio favorecida luego de la Revolución Industrial, ya que la producción manufacturera fue reemplazada progresivamente por la producción mecanizada y en serie. Se establecieron grandes y numerosas fábricas en distintas ciudades, lo que provoco olas de inmigraciones. Luego, desde 1850 hasta 1914, luego de la primera Revolución Industrial, la segunda revolución supuso la creación de nuevas formas de organizar la producción y el trabajo. Por ende, hubo cambios en las especializaciones de la región a lo largo del tiempo. Gran Bretaña, es un país que hoy en día concentro sus especializaciones en el comercio y exportación (una parte hacia Argentina) de productos textiles e indumentaria, maquinarias y herramientas, vehículos terminados, autopartes, motores, transformadores, combustibles, entre otros, debido al capital de inversión que los mismos poseen para llevar a cabo mejoras tecnológicas y en los procesos de producción, logrando llevar a cabo productos manufacturados, quizás en menores cantidad que materias primas, pero de manera eficaz y eficiente, es decir, reduciendo significativamente los costos, además de poseer tratados con grandes potencias como lo son Alemania, EEUU y Suiza, con quienes intercambia tabaco, equipamientos de transporte, comida, etc.

Los términos de intercambio

Los términos de intercambio han beneficiado más a un país respecto al otro y han variado a lo largo del tiempo, comprobando sus resultados en el bienestar social de los países intervinientes. A principios del siglo XX Gran Bretaña representaba el 35% de las importaciones totales de Argentina, y en ese momento podíamos observar un beneficio (no tan notorio) mayoritario en la economía Argentina, debido a la capacidad de explotar los recursos por parte de dicho país para llevar a cabo materias primas, agricultura, telas  y carnes, y poder exportar  los mismos a costos inferiores, por sus capacidades de producción elevadas en menor cantidad de tiempo y disminuciones en los costos de transportes, a diferencia de Gran Bretaña en ese momento. Con el paso del tiempo y debido a diversas políticas comerciales establecidas en la Argentina y avances tecnológicos ocurridos en la región inglesa, a través del cálculo de los términos de intercambio se puede dejar en clara evidencia como, en cierta medida, puede obtener mayores beneficios comerciales Gran Bretaña en la actualidad debido a las políticas adoptadas por cada país interviniente.

TDI = (INDICE DE PRECIOS DE EXPORTACIONES / INDICE DE PRECIOS DE IMPORTACIONES) X 100

Gran Bretaña se encuentra con procesos de fabricación eficientes y eficaces, y cuenta con maquinaria suficiente y tecnología para llevar a cabo diversos productos en gran cantidad de mercados a menores costos, en cambio, Argentina es un país que posee impuestos arancelarios elevados respecto a otros países productores, por ende, las empresas no contaran con capital suficiente de inversión, y además a la hora de comerciar deben afrontar una serie de impuestos y disposiciones arancelarias que perjudican al exportador, elevando por consecuente los valores del producto y teniendo que disponer de otros mercados. Es por eso, que consideramos que Gran Bretaña posee mayores beneficios, al calcular  los valores de compra de las importaciones en donde Argentina vende mayor cantidad de materias primas,  recibiendo en menor medida productos terminados, debido a los altos costos de las exportaciones argentinas al no poseer políticas que apoyen el librecomercio o la disminución arancelaria.

Los cambios en la productividad

Sí, la productividad ha variado con el paso del tiempo en ambos países. En argentina, hubo una disminución en las cantidades de materias primas importadas hacia Gran Bretaña, y a mayores costos, debido a las políticas arancelarias del país, y respecto a la industria textil, la industria local se vio afectada debido a las importaciones, debiendo buscar nuevos mercados para competir. Como consecuencia de dichas políticas, se vio afectado dentro de la región el ingreso de capitales a distintos productores agropecuarios, o de determinados rubros afectados por las actuales disposiciones, en donde al vender la materia prima a un costo más elevada, perciben menores ingresos, y como consecuente, los salarios de los trabajadores serán quienes se verán perjudicados, como así también las posibilidades de nuevas inversiones. Gran Bretaña, posee en cambio grandes ventajas en la elaboración de productos manufacturados, por ende puede producir los mismos y exportarlos a costos inferiores respecto de otras naciones. Importar bienes de capital permitió que Gran Bretaña se desarrolle, pero como consecuente, existe la importación de insumos, ya que no todo puede fabricarse en el país, y muchas veces es mejor conseguir los productos o insumos de otras regiones que no sean las locales. Por ende, fabricantes de materias primas de la región se ven afectados por dichas importaciones, ya que es mejor conseguir productos o insumos que se ajusten mejor a los obtenidos localmente. En última instancia va a afectar las bases económica de una sociedad, por ende nuevas herramientas implican mejoras en las capacidades productivas, es por eso que se requiere de menor fuerza humana para producir mayores cantidades, generando en determinados momentos desempleo. En ambos países se generaran dislocaciones, es decir, quizás no aumentan las cantidades de personas trabajando, pero si aumentaran los traspasos de mano de obra de un determinado puesto de trabajo, hacia otro puesto. Los principales determinantes del empleo total son factores como la fuerza de trabajo disponible, el gasto total en la economía y las regulaciones que gobiernan el mercado laboral.

Los rendimientos de escala

Gran Bretaña es un país que supo beneficiarse con los rendimientos de escala, ya que al contar con una amplia disminución en los costos de los productos manufacturados a lo largo del tiempo y políticas fieles al librecomercio, logro eficiencia y eficacia en sus procesos, exportando los mismos a costos muy bajos, y abarcando un mercado mayor que el resto de los países competentes. Por ende, mayor flujo de capitales, es igual a mayores ingresos, y como consecuente, mayores inversiones en maquinaria y tecnología para llevar a cabo los procesos y cubrir el total de los productos manufacturados demandados por los mercados. Al insertarse en mercados más grandes permite producir más eficientemente. En cambio, podríamos decir que Argentina se queda fuera de los rendimientos en escala, debido a las retenciones y aranceles impuestos para la producción, importación y exportación directos a la caja del Estado y por otro lado cómo se mueve la economía argentina a lo largo de su historia. Las retenciones al maíz, al trigo, al girasol, a las carnes y a los productos regionales, y la reducción en el caso de la soja tienen que fortalecer a un sector que viene con caídas fuerte de la rentabilidad, buscando dinamizar el sector, liquidar exportaciones, recomponer reservas y la caja del gobierno. Argentina cuenta con mercados reducidos debido a sus altos costos, y porque los capitales que acumula en el mercado interno son menos eficientes que los que marcan la productividad media en el mercado mundial, y es tardío porque ingresa al mercado mundial cuando ya la mayor parte de las ramas industriales están desarrolladas a una escala planetaria. Es un atraso muy grande y eso pasa en la mayoría de las ramas. Pero no en el caso del sector agrario, que es dinámico, competitivo, moderno, con una elevada composición técnica incluso en comparación con otras producciones cerealeras del mundo, pero el resto de la economía necesita una serie de compensaciones a ese atraso de productividad para poder reproducirse y lograr inversiones en maquinarias y mejoras en los procesos, a través de las disminuciones de los aranceles e impuestos a pequeñas y grandes empresas.

Reino Unido informo que a partir del 1º de Enero de 2020 (actualmente se encuentra en un periodo de transición), dejara de pertenecer formalmente a la Unión Europea. Si se amiga con la apertura comercial, el Gobierno argentino podría sacar provecho de las necesidades británicas pos Brexit. El volumen comercial entre ambos países es bajo, apenas se acerca a los 1500 millones de dólares anuales, y tras la salida, consecuentemente deberá buscar nuevas relaciones comerciales para mantener sus capitales de inversión y lograr economías estables. La desaparición del mercado de la UE para los ingleses podría modificar su escenario actual, debiendo llevar a cabo nuevos tratados comerciales. De antemano, podemos identificar pérdidas significativas en pesca, y mayoritariamente en agricultura. Es por eso que nuestro país deberá estar pendiente a las consecuencias y traslados de capitales por parte de los británicos, para lograr mayores exportaciones o importaciones a menores costos, pero que favorezcan a su economía.