29 marzo, 2024

Outsourcing” (o en español subcontratación, tercerización o externalización), es el nombre que se le da a un proceso empresarial en el cual se deriva hacia otra organización el cumplimiento de ciertas tareas o servicios internos, que de otro modo le resultaría más costoso asumir, (ya sea en tiempo o forma). 

Este consiste en movilizar recursos hacia una empresa externa a través de un contrato, de esta forma la compañía subcontratada va a desarrollar actividades en nombre de la primera. 

Este nuevo modelo estratégico tiene grandes ventajas, principalmente el abaratamiento de costos, que es especialmente cuando se contrata a una pequeña empresa o a una perteneciente a una menor economía, esto incide en una mayor rentabilidad de la empresa. 

Tiene mayor efectividad, ya que subcontratan especialistas en el área y el asunto puntuales que se desean atender, lo cual libera a la empresa de costos y tiempo de entrenamiento, compra de materiales y demás asuntos. También cuenta con mayor especialización, dado que el trabajo subcontratado se efectúa a la medida de las necesidades del cliente, evaluando las condiciones de cada caso puntual. 

Este modelo estratégico cuenta con menores riesgos, ya que basta cambiar de proveedor externo de servicios para cambiar la estrategia o a forma en que se ejecuta el trabajo, en vez de reformar toda un área y tener que incurrir en despidos, cambios o incorporaciones. 

Tiene también desventajas, como el desprestigio en el caso de la explotación de economías subdesarrolladas para realizar un trabajo costoso a precio mucho más económico, pagando cifras muy por debajo de lo considerable ético. 

La falta de lealtad del trabajador, ya que los empleados subcontratados no reciben su pago directamente de la empresa contratante, sino de la subcontratada, por lo que no se sienten necesariamente parte del proyecto en que trabajan. 

También puede suceder el empeoramiento de las condiciones de trabajo, porque la subcontratación es más barata y eficiente, por lo que muchas empresas optan por no crecer o no incorporar nuevo personal a título fijo sino contratar un outsourcing que haga el trabajo en un tiempo determinado. 

Puede ocurrir que se presente una pérdida de exclusividad por parte de la empresa subcontratada, lo cual puede convertirse en episodios de fraude, espionaje industrial, etcétera. 

La práctica de este nuevo modelo estratégico es cada día más común en el mundo empresarial, dado el alto nivel de alternación de las necesidades organizacionales y las enormes desigualdades entre las regiones económicas de un mundo globalizado. 

Así, en muchos casos la tercerización representa un abaratamiento de costos que pocas empresas pueden darse el lujo de rechazar…

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