Según la investigación de mercado realizada en los últimos meses, el consumo de carne porcina en Argentina ha incrementado de manera sorprendente, debido a su abaratamiento respecto a las otras carnes, específicamente la vacuna.
El consumo de carne porcina aumento notablemente, tras duplicar su producción y consumo en los últimos 10 años. En el 2018 creció un 8.2 % con respecto al mismo periodo del año anterior, se consumieron 15 kilos por habitante en Argentina. Esto se debe por el alto incremento de precios de los cortes de carne vacuna y la fuerte crisis económica del país, en el cual la población busca una alternativa más accesible para el consumo diario y poder satisfacer sus necesidades.
Para contraer datos concretos nos encontramos con una pequeña empresa familiar dedicada a la comercialización de carne vacuna como principal producto, llamada “Carnicería JRS” ubicada en el conurbano bonaerense en Claypole, más precisamente a 50 metros de la estación de tren. A consecuencia de la crisis económica que sufre el país y para brindarle una alternativa al público implementaron un nuevo producto, “cortes para hacer milanesas de cerdo (cuadrada, nalga, peceto, bola de lomo, cuadril)”, a un precio (es el valor que el cliente esté dispuesto a pagar y considere justo para satisfacer sus necesidades) mucho más accesible al bolsillo de la gente. Al introducir esta nueva oferta al mercado, resultaron ser el primer negocio que lo brinda, ya que sus competidores directos y sus posibles competidores no lo comercializan.
Siendo este un nuevo un producto, consecuentemente obtiene su ciclo de vida (introducción, crecimiento, madurez, decadencia): para la introducción del mismo se realiza una fuerte inversión en publicidad para dar a conocerlo, las ventas son bajas y hay que recopilar opiniones para mejorarlo. Por consiguiente, en la etapa de crecimiento el producto ya es conocido en el mercado, las ventas van en aumento y disminuye la inversión en la publicidad. Sin embargo, en la etapa de madurez el producto llega a su techo, ya está instalado muy fuerte en el mercado y la rentabilidad es muy alta. Y finalmente, en la etapa de decadencia el producto comienza a disminuir en ventas y conlleva a decaer la rentabilidad, esto puede suceder por gusto o preferencia del consumidor.
En este artículo, debemos considerar un nuevo enfoque: La segmentación de mercado, divide a los consumidores con características que son similares para poder ofrecer una oferta diferenciada y adaptada a cada uno de los grupos. La segmentación de mercado se divide en Geográfica, Demográfica, Psicográfica y conductual.
En la Argentina, aún es posible lograr una mayor expansión del sistema agro alimentario porcino con más beneficio para toda la sociedad, si se continúa con el desarrollo del mercado interno a partir de la oferta de carnes más económicas, saludables y sanas y se avanza en el fortalecimiento del mercado externo.