4 noviembre, 2024

Es probable que llames a la hernia de disco por su nombre más familiar: «desplazamiento de disco». Aunque el disco en realidad no se desplaza, sí puede rasgarse y abrirse, lo que causa que el líquido en su interior presione los nervios adyacentes en la columna. Para algunas personas, la cirugía para reemplazar el disco por un disco artificial puede ser una opción.

El dolor y los síntomas provocados por una hernia de disco son problemas comunes para algunos adultos. La columna se compone de muchas estructuras anatómicas diferentes, incluidos músculos, huesos, ligamentos y articulaciones. Cada una de estas estructuras tiene terminaciones nerviosas que pueden detectar problemas dolorosos cuando se presentan.

Definición: Los tejidos que se encuentran entre los huesos de la columna se llaman discos intervertebrales. Estos discos se componen de un centro blando parecido a un gel y de una cobertura exterior más sólida.

El disco intervertebral crea una articulación entre cada uno de los huesos de la columna que ayuda a que se muevan. Cuando la cobertura exterior que rodea al disco se rasga, el centro blando puede traspasar la abertura y crear una hernia de disco.

Causas: A medida que envejecemos, los discos de la columna pueden perder flexibilidad y elasticidad. Los ligamentos que se encuentran alrededor de los discos pueden volverse frágiles y rasgarse con mayor facilidad. Cuando se produce una hernia de disco, esta puede ejercer presión sobre los nervios espinales adyacentes (radiculopatía) o sobre la médula espinal (mielopatía), lo que provoca síntomas dolorosos.

Síntomas: Una hernia de disco en el cuello puede provocar dolor de cuello, dolor que se extiende a los brazos, dolor de hombros y entumecimiento u hormigueo en los brazos o manos. El dolor puede ser sordo, constante y difícil de localizar. También puede ser agudo, ardiente y fácil de localizar.

El dolor en los brazos y en el cuello es, a menudo, la primera señal de que las raíces nerviosas están irritadas por un problema en el cuello.

Los síntomas como el entumecimiento, el hormigueo y la debilidad en los músculos pueden indicar un problema más grave.

La queja principal cuando se produce una hernia de disco lumbar es, a menudo, un dolor cortante y agudo. En algunos casos, puede haber antecedentes de episodios de dolor localizado en la espalda, que continúa hacia abajo por la pierna con la que el nervio afectado se conecta.

El dolor normalmente se describe como profundo y agudo, y por lo general empeora a medida que baja por la pierna afectada. La aparición del dolor por una hernia de disco puede ocurrir de forma súbita o anunciarse con una sensación de desgarro o chasquido en la columna vertebral.

Factores de Riesgo: El proceso de envejecimiento y el deterioro general de la columna vertebral pueden aumentar las posibilidades de desarrollar una hernia de disco. Las actividades repetitivas o una lesión en la columna vertebral también pueden causar una hernia de disco.

Diagnostico: El diagnóstico de una hernia de disco comienza con un examen físico completo de la columna vertebral, los brazos y las extremidades inferiores. Tu médico examinará la columna vertebral para comprobar la flexibilidad, el rango de movimiento y las señales que sugieran que una hernia de disco está afectando las raíces nerviosas o la médula espinal.

Es posible que te pidan que completes un diagrama donde especifiques los síntomas de dolor, el entumecimiento, el hormigueo y la debilidad. Es posible que te pidan rayos X o una resonancia magnética (IRM).

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