La Higiene Industrial, es la ciencia y arte que se ocupa de anticipar y reconocer, evaluar y controlar los riesgos y condiciones perjudiciales en el ambiente laboral, así también, como el desarrollo de estrategias de prevención para proteger al trabajador y al medio ambiente. Su actuación se basa en un esquema donde se estudia la situación en la que un contaminante pueda encontrarse en el lugar para que no afecte la salud de las personas presentes en el lugar.
Un contaminante, entonces, es un producto quimico o un ser vivo presente que en cantidad o concentración importante, puede alterar la salud de las personas que entran en contacto con él. Dichos contaminantes, generalmente no son percibidos por nuestros sentidos, por eso es necesario conocer las condiciones de trabajo y el peligro que representa para el trabajador, ya que mucho tiempo de exposición va a producir un deterioro de la salud a largo plazo, por ese motivo, existe la prevención de enfermedades profesionales. Por ejemplo: Si en un puesto laboral administrativo, el empleado posee una silla inadecuada, es posible que a largo plazo, sufra problemas en la columna.
La Higiene Industrial, consta de cuatro áreas:
Higiene teorica: Es la que establece estándares de referencia, en cuanto a los agentes contaminantes presentes en el lugar de trabajo, para que el empleado pueda ejercer sus tareas sin ninguna complicación a su salud.
Higiene de campo: Capta contaminantes en el puesto laboral, estableciendo métodos de medición y procedimientos para identificarlos.
Higiene analítica: Investiga y determina cualitativamente y cuantifica los factores nocivos que se encuentran en el ambiente.
Higiene operativa: Es la que compara y mejora las condiciones de trabajo.
El objetivo de dicha ciencia, entonces, es determinar y combatir factores perjudiciales para la salud en el lugar de trabajo y además, educar y capacitar al personal sobre el cumplimiento de programas sanitarios, que abarquen reconocer factores ambientales peligrosos, evaluar riesgos a través de mediciones y muestreos, y también, poder controlar riesgos tomando las medidas necesarias.
Los riegos, ya que son los capaces de ocasionar enfermedades, hay que identificarlos y de esta manera, saber aportar soluciones para cada uno.
Se clasifican en:
Riesgo quimico: Está constituido por materia inerte en cualquiera de sus estados, cuyo contacto o exposición en concentraciones mayores de las permisibles pueden causar alteraciones a la salud. Se incluyen vapores, neblinas, gases, humos metálicos, polvos y líquidos.
Riesgo físico: Lo constituyen los distintos estados o formas de energía producto de las instalaciones y los equipos. Incluyen ruidos, radiaciones, temperaturas extremas, iluminación, vibración y electricidad.
Riesgo biológico: Es la materia viva que al estar presente en el medio, puede ocasionar enfermedades infecciosas. Pueden ser insectos, moho, hongos, bacterias, virus, parasitos gastrointestinales y otros agentes tóxicos.
Riesgo ergonómico: Busca hacer la zona de interacción del hombre – máquina – ambiente, segura, eficiente y cómoda. Tiene que ver con los tipos de trabajo, horas realizadas, descansos, diseño del lugar de trabajo, etc.
El objetivo es reconocer y clasificar los agentes nocivos para la salud de las personas, con el fin de hacer un mapa de riesgos, dentro del ámbito laboral incluyendo la medición objetiva del contaminante, comparación del valor obtenido con los valores de referencia (las tablas) y las medidas correctoras.